"Con una capacidad desproporcionada para difundir la información y añadir credibilidad, los influencers son como canales de televisión y revistas humanas” (Jay Baer)

La influencia de personajes notorios en la sociedad siempre ha sido importante en la industria del marketing. Los testimoniales, la participación de reconocidos actores o personajes con gran aceptación en el mercado, inclusive mascotas famosas, fueron siempre "utilizados" para captar la atención del target.

En el mercadeo moderno, con la cuarta revolución industrial que da el acceso a la tecnología, se han venido desarrollado aún más estas formas de acercarse al consumidor, destacándose este concepto con el moderno advenimiento de los influencers, quienes son las personas que por su labor en el mundo real o virtual han logrado construir cierta atracción y/o credibilidad sobre temas específicos y que con su presencia continua en redes sociales atraen a un número importante de followers que los catapultan a un nivel de popularidad y de credibilidad en ciertas áreas que los vuelven o los pueden volver un prescriptor interesante para una marca.

De la anterior definición debemos extractar que no todos los influencers sirven para nuestras marcas; a su vez, nuestras marcas no las podemos adaptar a cualquier influencer. Por ello es importante acertar para que sus valores, target, estilo y tono encajen con nuestra estrategia de mercadeo con el fin de no cometer el error de simplemente aprovechar su público para publicitar nuestra marca.

Sin duda, en la industria del marketing moderno hay un apetito cada vez mayor entre los consumidores por la autenticidad en los mensajes. Es así como podemos afirmar que aprovechando las nuevas tecnologías, los consumidores aceptan más un producto o servicio por los likes que por las promesas que comunica la marca.

Es por tanto latente la necesidad de las marcas de responder a los cambiantes gustos y sensibilidades de sus audiencias, entregando mensajes que sean cada vez más "reales". Esto conlleva al mercadólogo a buscar comunicar su promesa de valor a través de personas que tengan aceptación en nuestro target y esos son los influencers.

Para el consumidor, y también para el shopper, las opiniones importan y mucho. Tanto es así, que una opinión positiva hacia un producto o un servicio de un usuario, en redes sociales, puede hacer que se le dé un pequeño empujón a aquel cliente potencial que está indeciso a la hora de hacer la compra.

Muchas veces confiamos más en la opinión de una persona, ya sea amigo, conocido o simplemente influencer sobre un producto o servicio por la experiencia que esa persona ya ha vivido o por el conocimiento que tiene o simplemente porque confiamos en sus juicios. Por eso involucrar a personas influyentes en el mundo online es ahora una táctica de marketing clave para ampliar el alcance de una campaña.

Hemos dejado de pensar que todo lo que nos dice una campaña de publicidad es cierto, por muy tentadora que sea, y por ello los influencers están cobrando cada vez más sentido en las campañas de marketing online. Pero la determinación de la elección del influencer requiere, como siempre, de una investigación estructurada para definir ese canal. Debemos investigar bien las capacidades y aptitudes del influencer y cómo podemos aprovecharlo para nuestra estrategia.

Es importante saber de su capacidad de generar opiniones y reacciones en otros usuarios cuando habla sobre una temática en concreto. Si algo les caracteriza es su capacidad de generar conversación en torno a un tema o marca, y debemos saber aprovechar este aspecto.

Agencias y marcas desean trabajar con personas influyentes en redes sociales para desarrollar sus estrategias de marketing. Los influencers nos proporcionan frescura, (cosa que las marcas muchas veces no tienen o les falta), son constantes, saben dialogar con su audiencia, son activos en redes sociales, y gracias a esto han ganado reputación y confianza entre sus seguidores, dando valor a lo que dicen, y creando historias que ayudan a conectarnos con el usuario, que es lo que realmente interesa.

Hay que tener en cuenta que no todos los influencers encajan con nuestra marca y, por ende, con nuestra estrategia online. Por eso, es necesario empezar a identificar a aquellos que se asemejen a nuestros valores y a los objetivos que queremos conseguir.

Una vez que hayamos seleccionado a nuestros influencers, el siguiente paso, es contactarlos. Es importante hacerles sentir especiales, comunicarles lo que tu marca puede aportarles, y de qué manera ayudarán ellos a esa marca. Tenga en cuenta que si la campaña funciona, va a ser gracias a que este influencer aporta valor, ilusión y cariño al proyecto; por eso, no lo agobies, ni lo presiones. Explícale siempre toda la campaña sin imponerle nada; deja que exprese sus ideas y opiniones y deja que sea él mismo.

Los influencers son importantes cuando:

*Vamos a lanzar un producto o servicio. Dará ese impulso a una nueva marca, siendo él la parte fundamental de la estrategia.

*Para lanzar una nueva marca. ¿Quieres que tu marca tenga una imagen fresca y diferente? Un buen influencer te puede ayudar a conseguirlo.

*Para promocionar una determinada acción de una marca. Para cuestiones puntuales en las cuales necesitamos darle un pequeño impulso a una campaña.

*En eventos. Son perfectos para dar a conocer un evento y ser parte de él.

Para terminar, recuerda que lo tres puntos más importantes en las campañas con influencers son: generar conversación, crear contenido original y conseguir engagement con la comunidad.

El influencer no beneficia a su marca si no hay nada valioso detrás. Los consumidores son inteligentes y pueden ver a través de la autenticidad o no que el influencer les transmite.  Ajustar la estrategia de influencia al criterio de autenticidad es lo primero que debe hacerse en una marca.

En conclusión, los influenciadores no deben ser un ítem más que se marque en el checklist de la campaña. Son personas, y si somos serios acerca de cómo crear conexiones auténticas con las audiencias, tenemos que asegurarnos que nuestras alianzas son éticas, transparentes y responsables.