Sin ninguna duda, la innovación es una de las claves para que una economía crezca. En especial mantener un crecimiento continuo y sostenible solo se puede lograr con la innovación. A punta de extracción y transformación de recursos naturales únicamente no se puede construir una senda de crecimiento económico sustentable a largo plazo. Es más, la innovación típicamente tiene la característica de generar mayor valor agregado y por tanto riqueza.
Como queramos medir la inversión en investigación y desarrollo, tanto público como privado, es bajo para el nivel de desarrollo de Colombia. Si empleamos las cifras del Banco Mundial, para 2011 (último año disponible), el mundo destinaba 2,1% de su PIB en investigación y desarrollo, es decir, en investigación básica, investigación aplicada y el desarrollo experimental. Pero hay una gran dispersión. Por ejemplo, Estados Unidos destina el 2,77% de su PIB, Alemania el 2,8%, Francia el 2,25%, Japón el 3,26%, Corea del Sur el 3,74% y Finlandia el 3,78%. Latinoamérica destina solo 0,8% de su PIB para investigación y desarrollo. Pero aún en nuestra región hay grandes diferencias. Según la misma fuente, Brasil destina el 1,2%, México el 0,46%, Chile el 0,42%. ¿Y Colombia? Según las cifras del Banco Mundial, destinamos tan solo 0,18%. Otras fuentes de información reflejan resultados similares.
Ahora, si por el lado de la inversión en investigación y desarrollo estamos rezagados, por el lado de los productos de investigación y las patentes también nos encontramos relativamente lejos de países de la región. Existe un hecho claro, sin recursos para investigación y desarrollo la innovación de manera sistemática será muy difícil. También es claro que la inversión en investigación y desarrollo no solamente se realiza por parte del sector público. El sector privado es uno de los grandes abanderados de dicha investigación en países como Finlandia, Japón y Corea del Sur, el sector privado es responsable de la mitad o mas de la inversión realizada. ¿Por qué? Muy sencillo, la industria de esos países ha visto como esa inversión es rentable, como dicha inversión genera oportunidades de crecimiento y oportunidades para no salir del mercado.
En Colombia, la relación entre universidades, centros de investigación y la industria no despega. La innovación que genera un crecimiento sostenible debe ir más allá de crear nuevos empaques, o modificaciones marginales de un producto determinado. La innovación que genera un crecimiento sostenible es la innovación en los métodos de producción, en los nuevos materiales empleados, en las nuevas categorías de producto. Lejos estamos de esto en nuestro país.
En nuestro país, aún son escasos los ejemplos de firmas que obtienen una alta rentabilidad de su inversión en investigación y desarrollo. No obstante, el tema de la innovación se ha puesto de moda, cada vez se presentan en el país mas seminarios sobre el tema, llegan mas gurúes de innovación al país. Pero ni la inversión los productos de esta despegan como es deseable. Es más, parte de las regalías fueron destinadas a inversión en Ciencia y Tecnología, pero el tema es una tarea aún pendiente. Lastimosamente, es un tema que está ausente del debate político. Ni en la campaña de las elecciones parlamentarias ni en las presidenciales, el tema sale a relucir. Este es un gran reto para el sector industrial que debe ayudar a poner sobre la mesa el tema de la innovación, actuando como moviendo la agenda pública.