En realidad lo que preocupa a la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP), no son las malas sino las buenas noticias sobre nuestra América Latina. Es que en este territorio y en estos tiempos -Argentina está a la vanguardia con la Ley de Medios- "los 'mass media' de difusión Universal han puesto por las nubes el precio de la libertad de expresión, cada vez son más los opinados, los que tienen derecho a escuchar que los opinadores, los que tienen el derecho de hacerse escuchar", como escribe Eduardo Galeano en su libro "Patas Arriba: La Escuela del Mundo al revés" .

Como estos últimos han encontrado finalmente en Argentina una legislación que proteja su derecho a hablar, a hacerse escuchar, y esta instancia de liberación y diversidad de voces abarca a las mayorías silenciosas, se transforma en una amenaza para los que tienen cautivas de su mercado informativo a la sociedad en su conjunto.

Dice la SIP que en el año 2012 se presentaron "varias" situaciones que consideran como "feroces ofensivas oficiales que buscaban acallar al periodismo independiente", e informa sobre las "acciones contra" El Universo, en Ecuador, lo que considera como "uno de los graves problemas que la prensa independiente ha debido enfrentar por parte del gobierno de Rafael Correa".

Por supuesto no hay una sola línea sobre la guerra  desatada contra el presidente ecuatoriano, al cual se llegó a acusar  de "criminal" por esos medios por las muertes sucedidas en el intento de golpe de Estado de grupos policiales, militares y el poder económico y mediático.

Al referirse a Argentina, la SIP dice que constató "que existen serios obstáculos que frenan el ejercicio del periodismo libre, cuya crítica y fiscalización no satisface al oficialismo. Un ejemplo fue la intensa campaña pública del gobierno y de presión a magistrados para forzar una decisión a tono con sus intereses sobre la discusión de dos artículos de la Ley de Medios, cuya constitucionalidad impugnó el Grupo Clarín".

Considera así que el Grupo Clarín es el impugnador válido, simplemente porque se niega a aceptar ley votada por el Congreso, refrendada por la Corte, trabajada durante 22 años por instituciones de una democracia verdadera, que le demanda terminar con su monopolio informativo.

Esto no significa que  dejará de ser, aún cumpliendo la Ley, el mayor Grupo de los 20 privados que existen en el país, y que están dispuestos a cumplir la ley.

Ignora así la presión ilimitada ejercida por este monopolio informativo que ha impedido desde hace tres años la implementación de una ley que beneficia a las mayorías. Es necesario recordar que la decadencia política de una oposición que a falta de programas de gobierno, ofrece programas de opinión y de destrucción masiva de conciencias, ha convertido a los medios en el verdadero creador y distribuidor del discurso opositor único y de una "guerra sucia" ilimitada, que ha llegado hasta incitaciones al golpe de Estado en cualquiera de sus nuevas formas.

La llamada prensa independiente, desde el punto de vista de la SIP, puede mentir, manipular, acusar sin pruebas, presionar mafiosamente a la justicia, como lo está haciendo, a la misma sociedad, insultar a gobernantes, destruir honras, a sabiendas que ese primer mensaje es el que quedará grabado aunque se desmienta y se pruebe todo lo contrario y aunque por esa falsificación se  mate o se muera.

En cuanto a los periodistas asesinados sólo deja constancia de la cifra 19 en este año. En realidad han sido 45. Sólo en México ha habido 17 colegas asesinados, más de seis desaparecidos, nueve en Honduras, diez en Brasil, (en zonas fronterizas a manos de  grupos antigubernamentales que investiga el gobierno), de acuerdo a la  Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (Ciap) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (31-12-12), y hay más.

La SIP no ha registrado la verdad en este caso, ni las agresiones denunciadas, como en nuestro país, durante las dos marchas opositoras del último semestre del año, porque estaba "preocupada " por la persistencia  de "campañas sistemáticas contra el periodismo independiente en Argentina, Ecuador y Venezuela, que se manifestaron a través de leyes regulatorias, discriminación en la distribución de la publicidad oficial y la utilización de medios estatales y privados afines para difamar y desprestigiar a la prensa independiente".

Y por supuesto Cuba, donde ningún periodista ha sido asesinado, es curiosamente para la SIP el más represivo de todos. Cita como fuente a la llamada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, creada y financiada nada más y nada menos por la inteligencia de Estados Unidos.

Si hay algo que debería ir en la nueva edición de Galeano, es este informe por una parte y por la otra,  la verdad: lo que la Sociedad Patronal de Prensa jamás escribirá en sus informes, porque lo que está protegiendo es a sus empresas asociadas y no a las sociedades que intenta disociar para que todo siga como está. Es "la escuela del mundo al revés".

*Esta columna fue publicada originalmente en agencia Télam.