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Podemos o la latinoamericanización de Europa
Jue, 28/05/2015 - 15:04

Florent Sardou

¿Un New Deal para Europa?
Florent Sardou

Florent Sardou posee una Licenciatura en Derecho (Universidad de Toulouse, Francia) y un Master de la misma universidad en Historia Contemporánea. Su tesis fue sobre la Historia Social contemporánea de Chile. Ejerció como profesor en el colegio la Alianza Francesa de Santiago de Chile. Después de haber vivido cinco años en París, volvió a Chile en 2013. Desde entonces es invitado como analista en canales (CNNChile, 24Horas, NTN24 de Colombia) y radios locales (Duna, Zero, Bio Bio, Cooperativa, ADN).

Desde el proceso independentista hasta principios del siglo XX, las elites de la región latinoamericana se han nutrido de los principios elaborados por el Viejo Continente. Así fue con la Ilustración, principios que se concretizaron políticamente por la Revolución Francesa. Este afrancesamiento de los Estados latinoamericanos fue decisivo para definir el modelo del nacionalismo en la región.

Luego llegó la influencia alemana en el ámbito militar, económico y académico. Y entre las dos guerras mundiales las experiencias políticas totalitarias, experimentadas en la Unión Soviética, Italia y Alemania sedujeron a varios sectores de la sociedad. Sin hablar del franquismo español. Ni hablar de la sombra estadounidense en la vida política latinoamericana.

La irrupción de Chávez y su intenso activismo diplomático y económico marcaron una nueva etapa. Su "revolución bolivariana", que hoy sufre una  grave crisis y compromete el ejercicio de la democracia y el respeto de los derechos humanos,  es no solamente una renovada corriente del socialismo sino que también un potente "Panalatinamericanismo". El éxito inicial (hoy un fracaso) del gobierno chavista  para reducir las desigualdades sociales y restaurar la independencia del país tuvo eco.

Otros pueblos de la región (Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Brasil, Uruguay, Argentina) eligieron como mandatarios figuras políticas que también profesan el fin del modelo neoliberal, un apoyo a las protestas sociales y una restauración de la soberanía nacional promoviendo al mismo tiempo una cooperación regional.

Experiencias latinoamericanas: al rescate de una izquierda europea agotada. Estos cambios y nuevos experimentos políticos interesaron a varios universitarios y políticos de izquierda del Viejo Continente, decepcionados de los partidos tradicionales incapaces de dar muestras de renovación.

La crisis económica, que sacude a Europa desde 2008, y la ausencia de respuestas satisfactorias para solucionarla, privilegiando recetas tradicionales como la austeridad, tuvo como consecuencia la emergencia de propuestas políticas nuevas. Sobre todo en los países más golpeados como Grecia (victoria de Syriza) y España. Ahí, el aumento de la pobreza, el crecimiento de las desigualdades y el auge del desempleo desataron la ira de muchos ciudadanos y la constitución de fuertes movimientos sociales (los indignados del 15-M en España en 2014). Se repetía así un escenario político y social cercano al de América Latina. Las soluciones había entonces que buscarlas en las ex colonias. La cúpula de Podemos es compuesta por politólogos de la Universidad Complutense de Madrid (Íñigo Errejón, Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, quien dimitió hace poco). Todos estudiaron lo que sucedía en América Latina hasta tal punto que Iñigo Errejón hizo su tesis doctoral sobre el primer gobierno de Evo Morales y los tres asesoraron al gobierno de Hugo Chávez. Y en septiembre del año pasado, una delegación de Podemos visitó varios países latinoamericanos.

Pero, no sólo los líderes políticos de América Latina fueron referentes para los dirigentes del ahora tercer partido político español. También lo fueron muchos intelectuales. Entre ellos, destaca la figura del filósofo político Ernesto Laclau. Este argentino (fallecido el año pasado), discípulo del historiador británico Eric Hobsbawn es considerado para muchos como el padre ideológico de los dirigentes de Podemos. ¿Qué dice?  Sus mayores obras son "Hegemonía y estrategia socialista" (1985, escrita con Chantal Mouffe) y "La razón populista" (2005). Con ellas estudió y rehabilitó el concepto de populismo. Según él, las democracias tienen que aceptarlo para ser viable. El populismo, dice, puede ser de izquierda o de derecha y garantiza la democracia. Recalca también la importancia del líder para encarnar las demandas sociales.

Podemos, con su líder indiscutido Pablo Iglesias, supieron unir a la perfección "dos aspectos fundamentales de una democracia de tipo nuevo; por un lado, la expansión horizontal de la protesta social, que en todos los casos implica una incorporación de distintos sectores a la arena política (el movimiento de los Indignados) con un proyecto vertical de transformación del Estado" (Ernesto Laclau, entrevista en eldesconcierto.cl, 11 de enero de 2013). El argentino no dejaba de contar que en un debate con el sociólogo Stuart Hall, éste último le había dicho que, según él, la mejor receta para enfrentar la crisis sería "latinoamericanizar" Europa. Un neologismo ya adoptado por España y Grecia.

*Esta columna fue publicada originalmente en revista Panorámica Latinoamericana.

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