Cuando se trabaja con clientes resulta común que estos planteen la misma pregunta: “¿por qué a mi empresa le deben importar la diversidad y la inclusión?” Hay una muy buena respuesta: porque la diversidad y la inclusión son buenas para los negocios. De hecho, según un informe de 2018 de McKinsey, la diversidad de género en los equipos ejecutivos guarda una fuerte correlación con la rentabilidad y la creación de valor. En cuanto a la diversidad étnica y cultural, explica el informe, “las empresas que tienen equipos ejecutivos con mayor diversidad étnica, no solo con respecto a la representación absoluta sino también con una variedad o combinación de etnias, son 33% más propensas a superar a sus pares en cuanto a rentabilidad”.
Pero primero aclaremos algunas cosas: ¿qué entendemos por diversidad y por inclusión?
Por diversidad nos referimos a todas las características únicas que nos hacen quienes somos: personalidad, estilo de vida, experiencia laboral, etnia, edad, cultura, discapacidad, género, orientación sexual. Algunas son para que todo el mundo las vea, otros permanecen privadas. La inclusión significa respeto. Respetar, valorar y considerar las diferentes perspectivas, estilos y necesidades de las personas.
Toda empresa necesita atraer, desarrollar y retener una fuerza laboral que refleje la diversidad de las comunidades en las que operan. Esto es crucial, porque tener diversidad dentro de sus equipos les permitirá involucrar mejor a los empleados, comprender y atender a los clientes, fortalecer la marca del empleador y generar ideas creativas.
Este no es un desafío ordinario: como lo muestra el Informe de Tendencias Globales 2018: Principios de Empoderamiento de las Mujeres, “a pesar de una gran brecha a nivel mundial en la representación femenina en los niveles ejecutivos, pocas empresas están estableciendo objetivos y desarrollando la cartera de mujeres para puestos directivos. Asimismo, menos de la mitad de las compañías tenían una política que abordase la igualdad salarial, y si bien hay avances en los programas de vacaciones pagadas, aún queda espacio para hacer mejoras”.
La relevancia de la diversidad y la inclusión
Pongamos el caso de algunos de los nombres más importantes de los medios de comunicación y la tecnología Google, Twitter, Hubspot o BuzzFeed. Cada año, estas empresas publican actualizaciones públicas sobre Diversidad e inclusión (o, como se les conoce por abreviatura, D&I), destacando los avances y los contratiempos. BuzzFeed, por ejemplo, se vio obligado a despedir a alrededor del 15 por ciento de su fuerza laboral, ‒unos 200 empleados‒ en enero de 2019.
¿Cómo informó de esto la empresa a la opinión pública? “Nuestros despidos en enero impactaron la diversidad étnica en menos del 1% (34,8% a 34,4% de personas de color) y la diversidad de género en aproximadamente el 1% (60% a 61% de mujeres)”, escribió Jonah Peretti, co-fundador y CEO de BuzzFeed, resaltando cuán importante es el concepto mismo de D&I para la compañía.
Tener una fuerza laboral y un lugar de trabajo diversos e inclusivos son activos comerciales estratégicos. La diversidad y la inclusión ayudarán a las empresas a:
1.-Anticipar y satisfacer las necesidades de los clientes en un mercado cada vez más diverso y volátil: cuanto más reflejen los empleados la diversidad de su base de clientes y consumidores, más podrá comprender la empresa e integrar las diversas necesidades y sensibilidades de su base de clientes para integrar las percepciones de los consumidores en las soluciones empresariales.
Los productos y servicios desarrollados serán más precisos y, por lo tanto, brindarán un servicio de primera clase en línea con las necesidades del mercado. Nos volvemos más fuertes cuando permitimos que nuestros diversos antecedentes y perspectivas salgan y satisfagan mejor las necesidades de los clientes.
2.-Aumentar nuestra innovación y desarrollar nuestra creatividad: los equipos de género y étnicamente diversos superan a los equipos de monocultivos en un 35%, según un popular informe de 2015 preparado por McKinsey sobre el tema. Pero también un estudio de 2012 de Credit Suisse Research encontró que las grandes empresas “con al menos una mujer en la junta directiva han superado a su grupo de pares sin mujeres en la junta directiva en un 26% en los últimos seis años”.
Es decir, la diversidad de nuestra fuerza de trabajo será una fuente de innovación, creatividad y abrirá las puertas a nuevas perspectivas gracias a la diversidad de su visión mundial (cultural, experiencias de vida, antecedentes) y la diversidad de habilidades profesionales (habilidades, trayectoria profesional).
3.-Atraer, retener y desarrollar el mejor talento: como lo señala la revista CIO, la diversidad y la inclusión “no será” algo simpático para tener y ya; “será una obligación para las empresas”. Las nuevas generaciones elegirán organizaciones en las que temas como diversidad e inclusión sean prioritarios y se alejarán de las instituciones “no dispuestas a hacer que el trabajo funcione bien en función de las necesidades y demandas de sus vidas”.
Al promover una fuerza laboral diversa e impulsar una cultura inclusiva, las empresas crearán una dinámica positiva para que las personas prosperen y superen sus roles al darles la posibilidad de utilizar todas sus capacidades. También atraerán al mejor talento de las fuentes de talento tanto habituales como nuevas y retendrán y aumentarán el compromiso de los empleados.
Reforzar los compromisos como ciudadanos corporativos responsables: tener una fuerza laboral diversa y fomentar una cultura inclusiva nos permitirá reforzar los compromisos como ciudadanos corporativos responsables, así como promover una mentalidad positiva, tolerante y abierta dentro de los equipos y con los clientes.
Somos más fuertes cuando manejamos un negocio sostenible preocupándonos por las comunidades y por el mundo donde operamos.
Valores a nuestro alcance
En BID Invest reconocemos el valor de la diversidad y la inclusión para las empresas. Por ello asesoramos a las empresas en la creación de:
*Fuerzas laborales y lugares de trabajo inclusivos (con foco en sus empleados).
*Productos o servicios inclusivos (crear o adaptar su producto o servicio existente para que aumente el acceso al desarrollo, por ejemplo, líneas de crédito para mujeres o acceso digital para comunidades rurales).
*Cadenas de valor inclusivas (aumentar la diversidad de los proveedores, por ejemplo, y el número de empresas propiedad de mujeres / minorías en su cadena de valor).
También nos enfocamos en algunos grupos subrepresentados como mujeres, afrodescendientes, indígenas y personas con discapacidades. No es frecuente que veamos a una persona en el liderazgo de uno de estos grupos. Y no es por falta de capacidad, sino a menudo por la falta de oportunidades para que estos grupos se unan a la fuerza laboral. Imagina cuánto talento nos falta. ¿Cuántas ideas y productos creativos necesitamos crear?
Al haberse celebrado el Día Mundial de la Diversidad Cultural, ¿qué aspecto tendría América Latina y el Caribe si todos sus ciudadanos fueran prósperos?
Tener una cultura inclusiva está creando un entorno donde las personas con diferentes perspectivas se sienten parte de algo, sienten que pueden adaptarse sin tener que cambiar drásticamente, que pueden representar sus diversas experiencias dentro del grupo. Cuando las personas experimentan aceptación, sienten que se escucha su voz y que sus procesos de evaluación se llevarán a cabo de manera imparcial. De este modo, tendrán la seguridad de que se les dará iguales oportunidades para demostrar lo que son capaces de lograr.