Las acciones de Facebook (FB) han retrocedido más de un 20% desde sus máximos del año a raíz de los cuestionamientos sobre la privacidad de los datos de sus usuarios tras conocerse el caso de Cambridge Analytica.
¿Estamos frente a una oportunidad de compra en acciones de la compañía o conviene vender antes de que las pérdidas se profundicen?
Un negocio sólido en un escenario de incertidumbre
Más allá del impacto que puedan tener los problemas actuales de Facebook sobre el futuro del negocio, es importante tener en cuenta que sus reportes financieros para el último trimestre muestran un negocio sólido y rentable.
La facturación de la red social en el cuarto trimestre de 2017 ascendió a 12.972 millones de dólares, una tasa de crecimiento del 47% interanual frente a una facturación de 8.809 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2016. El margen operativo de la firma es del 57% sobre la facturación, y su resultado operativo creció un 61% frente al mismo trimestre en el año anterior.
Los números actuales de Facebook son claramente alentadores, sin embargo, el retorno de las acciones en el mercado dependerá de las perspectivas futuras de la compañía, no de su performance pasada o incluso presente. Teniendo esto en cuenta, vale la pena preguntarse qué tipo de impacto podría tener el episodio de Cambridge Analytica sobre el futuro de esta red social.
Un primer punto radica en la posibilidad de que algunos usuarios decidan cerrar sus cuentas de Facebook ante la preocupación por la privacidad de los datos. En base a la evidencia actualmente disponible, este no parece ser el caso, ya que la gran mayoría de los usuarios no ha modificado su nivel de actividad.
Compañías como LikeFolio y Sentieo analizan tendencias en redes sociales para evaluar el comportamiento de los usuarios, y ambas firmas coinciden en que por el momento este no parece ser un problema de gran alcance para Facebook.
En el mismo sentido, tanto la aplicación Facebook Messenger, Instagram y WhatsApp - todas propiedad de Facebook - se encuentran entre las aplicaciones más bajadas en dispositivos Android y Apple, lo cual indica que la popularidad de las diferentes plataformas de la empresa no se ha visto demasiado afectada desde el punto de vista de su utilización práctica.
El riesgo regulatorio es una variable que todavía está por definirse. Tanto en los Estados Unidos como en Europa, la compañía se encuentra en el centro de las miradas de los organismos reguladores, y según trascendidos de prensa, Mark Zuckerberg testificará personalmente frente al Congreso de los Estados Unidos para intentar responder a los cuestionamientos que afectan a la firma.
Un marco regulatorio más estricto podría afectar negativamente a la rentabilidad del negocio al limitar el campo de acción de Facebook en lo que respecta a la utilización de datos de los usuarios y por lo tanto, su capacidad para monetizar estos datos.
Por otro lado, también es posible que la red social se beneficie de mayores regulaciones en la industria, ya que este tipo de medidas generalmente perjudican principalmente a los competidores más pequeños, con menores recursos financieros y un posicionamiento estratégico más débil. En general, mayores regulaciones reducen la competencia en la industria, lo cual puede beneficiar a un líder de mercado como Facebook.
En cualquier caso, todavía está por definirse el futuro de la empresa en particular y la industria en general en términos legales y regulatorios, lo cual es un factor importante de incertidumbre para inversionistas en Facebook y en otras compañías del sector.
Valuación y niveles clave de precios
Técnicamente, las acciones de Facebook formaron una clara tendencia alcista de largo plazo desde el año 2013, la cual fue vulnerada a la baja a principios de febrero de este año. Con el escándalo de Cambridge Analítica, los precios retrocedieron fuertemente hasta vulnerar transitoriamente el soporte de 155 dólares por acción. Sin embargo, las cotizaciones se recuperaron posteriormente por encima de esos valores.
La zona de 155 por unidad representa entonces un nivel clave en términos de evaluar la acción de precios a mediano plazo. En caso de que el activo logre sostenerse por encima de este valor, resulta factible una recuperación de la zona de 167 dólares por papel como un primer objetivo alcista de corto plazo. A mediano plazo, el principal objetivo ascendente se encuentra en una recuperación de los máximos históricos de precios para Facebook, en niveles de 195 dólares por acción. Por el contrario, un quiebre por debajo de 155 dólares podría generar caídas adicionales hacia la zona de 144 por unidad.
En promedio, los analistas de Wall Street estiman que las ganancias por acción de Facebook serán de 7,35 dólares por unidad en 2018 y de 8,9 dólares por acción en 2019. En base a estas estimaciones, la compañía cotiza a un ratio precio-ganancias de 21,7 para 2018 y 18,2 veces los resultados estimados para 2019.
Teniendo en cuenta las tasas de crecimiento de la empresa, así como también los extraordinarios niveles de rentabilidad del negocio, esta valuación parece bastante razonable. Como referencia, los analistas de Wall Street tienen en promedio un precio objetivo de 221,7 dólares por acción para Facebook, lo cual representa un potencial alcista de cerca del 38% desde los niveles actuales de precios.
Riesgo y oportunidad
Una inversión en Facebook es claramente una posición de alto riesgo en el contexto actual. El precio de las acciones es fuertemente vulnerable ante las malas noticias que puedan afectar a la compañía en términos de problemas legales, cuestiones regulatorias, y la relación de la red social con sus usuarios.
Todavía es demasiado temprano para evaluar con claridad cuál puede ser el impacto a largo plazo de los problemas actuales de Facebook sobre el futuro de la compañía. La capacidad que tenga el equipo directivo de la firma para brindar las respuestas adecuadas a los usuarios y a los organismos reguladores será determinante en este sentido, ya que el margen de error es claramente escaso en el contexto actual.
Por otro lado, Facebook es un negocio excepcionalmente atractivo en función de su performance financiera y su capacidad de crecimiento. Además, la valuación de las acciones parece bastante conveniente en función de la calidad fundamental del negocio. En caso de que la compañía logre superar exitosamente el escándalo de Cambridge Analytica, sus acciones ofrecen un abundante potencial alcista desde los precios actuales.