El T-MEC, firmado el año pasado y que debe ser ratificado por los congresos de cada país, demanda un mayor contenido de partes elaboradas en la región en los vehículos ligeros.
México.- Los cambios a la industria automotriz en el nuevo acuerdo de libre comercio de América del Norte va a obligar a las empresas a revisar su plan de inversiones en materia de proveeduría, dijo la socia de Comercio Internacional y Aduanas de la consultora KPMG en México, Berenice Egure.
El Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), firmado el año pasado y que debe ser ratificado por los congresos de cada país, demanda un mayor contenido de partes elaboradas en la región en los vehículos ligeros, al pasar a un 75% desde el 62,5%, lo que derivará en una revisión minuciosa del producto, recordó Egure.
"Se tiene que evaluar la cadena de suministros de cada uno de los productos (...) Así que lo que les corresponderá a las empresas es evaluar su plan de inversiones con los proveedores", dijo Egure a Xinhua.
"Vas rastreando el contenido nacional de cada una de las piezas que conforman el vehículo, que a veces son más de 25.000 partes, y entonces vas rastreando la parte nacional de cada uno de ellos para ir sumándolo y cumplir con la regla de origen", detalló.
México es sede de fabricantes como las estadounidenses Ford y General Motors; las japonesas Honda, Mazda, Nissan y Toyota; las alemanas Audi y Volkswagen; la de la República de Corea, Kia, y de la fusión italo-estadounidense Fiat Chrysler.
Gran parte de lo que produce México se exporta a Estados Unidos, su mayor socio en el T-MEC, la versión modernizada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El cumplimiento de la "regla de origen" garantiza el libre comercio de la mercancía en América del Norte, aunque aquellas empresas que no puedan alcanzar el objetivo pueden optar por pagar un arancel del 2,5 por ciento como nación más favorecida, dijo Egure.
Por el momento, aseguró que los clientes que se han acercado por asesoría a KPMG están más optimistas por saber que seguirán teniendo acceso al segundo mayor mercado en el mundo para la venta de vehículos, después de China.
"El impacto en general (del T-MEC) es positivo al contar con un nuevo tratado, está modernizado y específicamente en el caso de la industria automotriz, Estados Unidos es el mercado más grande en la compra de vehículos (para México)", dijo la experta de KPMG, que brinda servicios de auditoría, impuestos y otros temas de mercado en 152 países.
"Es difícil pensar en posicionar o reubicar todos los vehículos y las autopartes que actualmente se exportan a Estados Unidos a otra región. Hay más mercados que se podrían evaluar, pero las características de los vehículos son distintos, al igual que las autopartes, así como las normas ambientales que se tienen que cumplir", indicó.
De acuerdo con el gobierno de México, cerca del 70% de las exportaciones de automóviles son vehículos livianos y están en condiciones de cumplir con las nuevas reglas de origen.
En 2018 las exportaciones mexicanas de vehículos aumentaron en un 6 por ciento, para alcanzar un nuevo récord de 3.449.201 unidades.
El T-MEC fue firmado por los líderes de los tres países el pasado 30 de noviembre en Buenos Aires, Argentina, pero todavía requiere ser ratificado por los congresos de México, Estados Unidos y Canadá para después entrar en vigor, algo que puede ocurrir en 2020.
"Una vez que el tratado se firmó, la percepción en general de la industria (automotriz) y de los clientes es que ya hay certeza, y el hecho de saber que tienes un tratado por 16 años más los tranquilizó", dijo Egure sobre sus clientes.
"Entonces, si todavía tenemos acceso a este mercado más grande llamado Estados Unidos, esas ya son buenas noticias", agregó.