La medida arancelaria de Trump podría desencadenar que una baja demanda por activos financieros latinoamericanos se convierta en una estampida de salida, según algunos analistas. Las tres economías más grandes de la región se contrajeron en el primer trimestre del año.
Santiago. La aversión al riesgo en los mercados latinoamericanos después de las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump de imponer aranceles a todos los productos mexicanos podría seguir golpeando a las monedas de la región, ya complicadas con la guerra comercial desatada entre Washington y Pekín.
Trump dijo que su país comenzaría a imponer gravámenes del 5% a partir del 10 de junio, los que irían subiendo gradualmente hasta llegar al 25% si su vecino no detiene el flujo de inmigrantes ilegales hacia Estados Unidos.
La medida podría desencadenar que una baja demanda por activos financieros latinoamericanos se convierta en una estampida de salida, según algunos analistas. Las tres economías más grandes de la región se contrajeron en el primer trimestre del año.
Autoridades de México y Estados Unidos se reunirán el miércoles, en Washington, con miras a resolver el "diferendo".
El nuevo riesgo se suma a la ya larga guerra comercial entre Estados Unidos y China que ha golpeado el crecimiento de la economía mundial.
"Justo cuando se pensaba que no podía empeorar", dijo el jefe de investigación de FX de Deutsche Bank, George Saravelos. "La economía global se enfrenta a enormes golpes de incertidumbre en múltiples frentes (...) Este es otro gran shock".
El peso mexicano se derrumbó el viernes, y en un momento de la sesión tocó mínimos desde diciembre, cediendo casi todas las ganancias que había acumulado en el año. Fue la peor jornada para la moneda desde el 29 de octubre de 2018.
"Mientras exista la posibilidad de que apliquen aranceles a las exportaciones mexicanas, la presión sobre el peso se mantendrá, por lo que no se puede descartar que en los siguientes días pueda acercarse hasta las 20 unidades por dólar", dijeron analistas de CI Banco.
Mientras, el real logró sortear la aversión al riesgo tras los anuncios de Trump, ante la expectativa de los inversores de que avanza la reforma a las pensiones en el país. La divisa de la mayor economía de América Latina logró recuperarse un 5% desde sus mínimos de ocho meses del 20 de mayo.
Sin embargo, "todavía esperamos algún ruido para el cambio", dijeron estrategas de Morgan Stanley en una nota a clientes. Con todo, recordaron que el posicionamiento contra el real ya supera el visto antes de las elecciones pasadas y que la prima de riesgo había alcanzado niveles superiores a los registrados durante la huelga de los camioneros, en mayo del año pasado.
El real cerró el viernes en 3,9244 unidades por dólar.
El peso chileno podría seguir presionado por los riesgos externos, después que la semana pasada tocó los 715 pesos por dólar y de que se ubica en mínimos de más de tres años.
"La guerra comercial (China-EEUU) lejos de amainar se ha ido agudizando y con ello se han derrumbado las bolsas y los precios de las materias primas, por lo tanto, las monedas emergentes se han visto muy presionadas. Bajo ese concepto, creo que el tipo de cambio (en Chile) debería mantenerse un tiempo más por sobre los 700 pesos", dijo un operador.