Los presidentes de EE.UU. y China se reunirán en los márgenes de la cumbre del G-20 en Buenos Aires hacia el cierre de la semana en medio de la desaceleración económica mundial avivada, en gran parte, por la tensión comercial entre Washington y Pekín.
Santiago. Los mercados de monedas de la región concentrarán sus miradas en la anticipada reunión entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, para ver si la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo afloja o si por el contrario las tensiones escalan.
Trump y Xi se reunirán en los márgenes de la cumbre del G-20 en Buenos Aires hacia el cierre de la semana en medio de la desaceleración económica mundial avivada, en gran parte, por la tensión comercial entre Washington y Pekín.
Las señales previas a la reunión han sido dispares, por lo que los mercados operarán con cautela durante la semana, que además dejó atrás, al menos por ahora, un foco importante de incertidumbre.
En tanto, los líderes de la Unión Europea sellaron finalmente el domingo un acuerdo sobre el Brexit, y dijeron que el paquete acordado con la primera ministra, Theresa May, era lo mejor que podría conseguir Reino Unido, en una advertencia al Parlamento británico para que no lo rechace.
Tras caer este viernes, el peso mexicano podría seguir presionado por un menor apetito por el riesgo global ante las preocupaciones por la guerra comercial, pero también por las expectativas sobre complicaciones en el Congreso estadounidense para la aprobación del nuevo tratado comercial con México y Canadá.
"El peso mexicano cotizará en un rango acotado de entre 20,20 en el nivel bajo y 20,50 en el rango alto", dijo Jesús López, analista técnico en Banco BASE.
"El mercado estará atento a noticias del encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y China (...) y a comentarios sobre la aprobación del recientemente renegociado T-MEC", agregó López, apuntando también que "sorpresivos" anuncios del gobierno electo en México pueden incrementar la incertidumbre.
El real, en tanto, podría seguir presionado luego de que la semana pasada acumulara una baja de 2,2%, en su cuarta semana seguida de pérdidas.
"Es normal tener una salida de flujos al final del año. Además de eso, los inversores aumentaron sus apuestas de alzas del dólar, ya que existen preocupaciones externas e incertidumbre de cómo será el nuevo gobierno", dijo un gestor de derivados de una correduría brasileña.
En Argentina, el peso buscará una zona de equilibrio en torno a las 37,50 unidades por dólar en un mercado volátil ante recomposiciones de carteras en una plaza que fue dominada por negocios de "carry trade", dijeron operadores.
Mientras, el peso chileno seguirá dominado por los vaivenes del cobre, del que el país es el mayor exportador mundial y gran fuente de divisas. El metal ha estado presionado justamente por las previsiones de un menor crecimiento mundial.