El FMI reveló que Colombia y Chile lideran la región con las mayores cifras de población desocupada, Perú se mantiene en media tabla y México parece ser el alumno aventajado. Pero, ¿qué dicen las cifras oficiales de cada país?
Aunque desacelerado, el crecimiento económico persiste en América Latina. Sin embargo, en paralelo, las oportunidades laborales dejan mucho que desear en diversos países de la región. Ya en 2023, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoció que el problema laboral más urgente en Latinoamérica “es la calidad del empleo, al igual que los ingresos laborales insuficientes de los trabajadores y sus familias”. Altos índices de informalidad y una inflación galopante empeoran la situación.
Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe de proyecciones a través de la consultora Statista, que busca presentar cifras aproximadas del porcentaje de desempleados en la región para 2024. Cabe destacar que el FMI define a esta población como aquellas personas que conforman la población económicamente activa (PEA) y buscan un trabajo, pero sin conseguirlo.
Bajo esta premisa, Colombia encabeza el ranking con un índice del 9,9% en desempleo; le siguen Chile, con 8,7% y Uruguay, con 8,1%. Posteriormente, en la sección intermedia de la lista se encuentran Brasil y Argentina, ambos con 8,0%; Perú (6,6%) y Paraguay (6,0%). Por último, la tabla se cierra con Bolivia (5,0%), Ecuador (4,2%) y México (2,8%). Los países latinoamericanos de Centroamérica y el Caribe no fueron considerados en el estudio.
COLOMBIA EN LA PUNTA
Con respecto a la Alianza del Pacífico, al igual que en otros indicadores, los países miembros mantienen un contraste significativo entre sus niveles de desempleo. Hablamos de una problemática que no solo es respaldada por el estudio del FMI, sino también en informes nacionales.
Como ejemplo, el pasado viernes 12, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE) reveló que había más de 2,6 millones de desempleados en el país para mayo de 2024. Se trata de una cifra que asciende hasta el 10,3% de la población activa, pese a que se produjo una disminución simbólica del 0,2% frente al mismo mes de 2023.
Por su parte, según el DANE, Colombia posee uno de los mayores costos de vida a nivel regional, pues registró una inflación anual del 7,18% en junio. Mientras que la informalidad, el otro gran mal mencionado por la OIT, alcanza el 55% de un total de 23 millones de ocupados. La dificultad para registrar a los trabajadores de este sector levanta dudas sobre si los índices de desempleo son, en realidad, aún más críticos que los actuales.
No obstante, hay sectores económicos que pueden remontar la situación, pero tomará su tiempo. En mayo, 463.000 colombianos se incorporaron al mercado laboral, lo cual ha sido traducido en parte como resultado del buen desempeño del sector construcción. Como muestra, el rubro de “obras civiles”, ligado a la infraestructura vial y sanitaria, creció un 16,9% interanual.
EL DESAFÍO EN CHILE Y PERÚ
Chile, el otro puntero del ránking del FMI, también muestra pronósticos reservados en torno a la lucha contra el desempleo. Así, el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), publicado en mayo, reveló que un 8,5% de la PEA se encontraba en situación de paro. Es una cifra que implica una caída de 0,2% en 12 meses y está acompañada de la incorporación de 332.570 personas al mercado laboral.
De acuerdo al INE, este descenso se genera por el alza de la fuerza de trabajo, perteneciente a los ciudadanos en edad de trabajar que tienen la capacidad de ser ocupados o desocupados, fue menor (3,5%) a la registrada por las personas ocupadas (3,7%). Es una tendencia que influye positivamente en la disponibilidad de oportunidades laborales y a la larga, reduce el desempleo.
Y si bien el índice de personas desocupadas aumentó un 1,9%, es un alza motivada principalmente por los ingresantes al mercado laboral (17,3%) y quienes se encontraban cesantes (0,5%). Finalmente, a pesar que la informalidad registró un crecimiento interanual del 0,8%, concentrándose en las mujeres, lo cierto es que el 28,2% total se mantiene como la cifra más baja de la región.
Más al norte, Perú, aún convaleciente de una recesión económica, ha experimentado cambios menores en sus datos de población desocupada. Según el último estudio del estatal Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicado este 15 de julio, el desempleo en Lima, la capital del país y punto de referencia nacional, se ubicó en 6,6% de la PEA durante el segundo trimestre del año.
Si trasladamos el porcentaje a los números, se obtiene que entre abril y junio de 2024, Lima alcanzó los 5,4 millones de habitantes ocupados, lo que representa un aumento del 4,7% (245.800) frente al mismo periodo del año anterior.
Es conveniente recordar que esta es una aproximación: el INEI estimó el universo de la PEA en Lima en 5,8 millones. Los ciudadanos restantes acumularían unos 400.000 desempleados, resultando así en 6,6%. Además, si tomamos en cuenta que la entidad estatal calcula que en 2022, el 75% de la PEA en Lima trabajaba en el sector informal, nos quedamos con un escenario donde abunda el subempleo y la precariedad, sobre todo entre las mujeres, al igual que en el vecino Chile.
Un síntoma de las secuelas de la recesión es que las cifras actuales de desempleo aún superan al 6,4%, registrado en 2019, el año previo a la pandemia del COVID-19. Eso sí, ambas están muy lejos del dramático 16,3% existente entre abril y junio de 2020, en plena primera ola del coronavirus.
MÉXICO, ¿EL MEJOR LIBRADO?
Asimismo, México, uno de los mejores posicionados en el ranking del FMI, ha registrado un progreso notable en los últimos meses. A fines de mayo, a puertas de las elecciones presidenciales, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que la tasa de desempleo descendió al 2,5% en el primer trimestre de 2024, representando así, una mejora al 2,7% mostrado durante el mismo periodo de 2023.
En números reales, la PEA ascendió a 60,7 millones de personas, lo que involucra un aumento interanual de 570.000 mexicanos. Los sectores clave que aportaron a la inserción laboral fueron los servicios profesionales financieros y corporativos (245.000); en servicios diversos, con 181.000; en servicios sociales, con 158.000, y finalmente, los restaurantes y hoteles, con 136.000.
Aunque otros retos persisten como la alta informalidad (54,3% de la PEA) y la disparidad de género: un 75,9% de los hombres trabajan, frente a un 45,9% de mujeres que lo hace. Por otro lado, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de 2024 también muestra cifras menos optimistas en torno a la disponibilidad de trabajo. Pues en abril, la tasa de desempleo tuvo un repunte mensual del 2,3 al 2,6%. Más de 206.000 mexicanos se incorporaron a la población desocupada y además, el sector formal perdió trabajadores en favor del informal.
LEA TAMBIÉN: