Mientras que Colombia y México han logrado recuperar las cifras de visitantes internacionales anteriores a la pandemia, Perú se ve afectado por su crisis política y Chile, por factores externos.
Hace tiempo que los vuelos retomaron su frecuencia habitual y las cadenas hoteleras exhiben sus promociones con soltura. Y es que en América Latina, los numerosos atractivos naturales y culturales cautivan los ojos del viajero intrépido. Sin embargo, la pandemia suspendió la industria y asestó un duro golpe al flujo de turistas extranjeros. Aunque, actualmente el panorama es más alentador. En líneas generales, el turismo en Latinoamérica se ha recuperado en un 85%, impulsado principalmente por los jóvenes y el turismo sostenible, de acuerdo a un estudio reciente de la Organización Mundial de Turismo (OMT). Se prevé también que para 2024, esta actividad económica alcance los niveles prepandemia.
De acuerdo a Gustavo Santos, director de Turismo para las Américas de la OMT, estos resultados positivos van ligados a una tendencia global. “Estamos viendo una fuerte recuperación del turismo a nivel mundial, (pero) no es igual en todos los continentes, hoy el promedio está en el 80% con respecto a la situación prepandemia, es decir, en 2019, que fue el año más fuerte”, sostuvo Santos para la Agencia EFE. Así, en el marco del Día Mundial del Turismo, las cifras macroeconómicas retratan un escenario alentador. Sin embargo, en una región como Latinoamérica donde las crisis y estallidos sociales son frecuentes, la recuperación turística supone una tendencia real, aunque llena de obstáculos.
EL IMPACTO DE LOS CONFLICTOS SOCIALES EN EL TURISMO PERUANO
La carta de presentación es inmejorable: una biodiversidad envidiable, ciudades con herencia virreinal y prehispánica, así como una de las siete maravillas del mundo moderno. Perú tiene el potencial de convertirse en un destino líder del turismo internacional y aparentemente, estos últimos meses iban en esa dirección. Según el Ministerio de Comercio y Turismo (Mincetur), entre enero y julio de 2023, las visitas de turistas extranjeros al país crecieron 38,5% respecto al mismo periodo de 2022.
No obstante, si acudimos a cifras más específicas, se aprecia un problema serio. Por ejemplo, Mincetur señala que en el primer semestre del año, las visitas a Machu Picchu cayeron un 25%. A lo largo de estos seis meses, 319.648 personas visitaron la ciudadela incaica. En contraste, entre enero y junio de 2022, asistieron unas 426.277 personas. Este dramático descenso tiene sus raíces en las protestas sociales contra el gobierno de Dina Boluarte. Pues en enero, tras una breve tregua por fin de año, los manifestantes bloquearon la carretera y la vía ferroviaria que conduce a la localidad de Machu Picchu, ubicada al pie de la famosa ciudadela.
Esta presión social obligó a que el 21 de enero, las autoridades cierren el sitio incaico y el camino que conduce hacia éste. Recién el 17 de febrero se revocaría la medida con pérdidas económicas estimadas en S/. 2,5 millones (US$ 655.018), según la Cámara de Comercio de Cusco. Y si bien, Machu Picchu recibía turistas nuevamente, el flujo disminuyó como consecuencia de la imagen de inestabilidad que proyecta el país. Asimismo, el Departamento de Estado de Estados Unidos recomendó a sus ciudadanos que eviten viajar a la sierra central y sur de Perú; en especial, a los departamentos de Apurímac y Puno, donde se registraron las protestas más violentas.
Probablemente estas cifras influyeron en el hecho que los destinos turísticos más visitados de Perú, sin tomar en cuenta a Machu Picchu, estén ubicados en el litoral del país. Aun así, las cifras tampoco son positivas. La Reserva Nacional de Paracas ha recibido un 21,9% menos de visitantes que en 2022 y las Islas Ballestas, sufrieron una contracción del 20,1%.
La valla es alta. Y es que si antes de la pandemia el país andino recibía 4,4 millones de turistas extranjeros, actualmente la cifra está a mitad de camino. "En el año 2022 hemos llegado a 2 millones (de turistas) y este año estábamos en un escenario superior y estamos acercándonos, con suerte superando, a 2 millones 400 mil", dijo el titular del Mincetur, Juan Carlos Mathews a la radio local RPP. De esta forma, en medio de una crisis política permanente, los niveles de turismo receptivo en Perú se encuentran en índices de hace 12 años.
LA RECUPERACIÓN SOSTENIDA EN COLOMBIA
“Sustituir el petróleo por el turismo”, fueron las palabras del presidente colombiano Gustavo Petro, a inicios de este año. Se trata de una ilusión que podría estar bien encaminada. Pues Colombia ha sido la segunda nación latinoamericana en alcanzar los niveles de turismo anteriores a la pandemia en lo que va del año. Así, durante el primer semestre de 2023, el número de turistas internacionales superó en 18% el obtenido en 2019, según el Informe Regional de la OMT, presentado en junio de este año.
El viceministro de Turismo, Arturo Bravo, en aquel entonces, destacó también que la recuperación iba viento en popa, al analizar otros datos como el comportamiento del PIB de alojamiento y servicio de comidas. Por otro lado, las ciudades que concentran la mayor cantidad de turistas extranjeros son Bogotá, Medellín y Cartagena. La capital concentra un 60%, mientras que “La Ciudad de la Eterna Primavera” recientemente logró la distinción de destino turístico inteligente, a finales de 2022.
Ese mismo año, Colombia obtuvo sus mejores cifras en turismo receptivo: al país llegaron 4,6 millones de viajeros internacionales, superando en 1,7%, los números alcanzados en 2019. Por otro lado, entre enero y mayo de 2023, el país cafetero recibió 2.249.411 visitantes no residentes, lo que implica un crecimiento del 36,7%, con respecto al mismo periodo de 2022 y un 20% frente a lo registrado en 2019.
No obstante, el camino a estos resultados no fue lineal, sino que se topó con un desafío imprevisto: la salida de las aerolíneas Viva Air y Ultra Air. Como consecuencia, la tasa de cambio se depreció y el turismo interno en Colombia descendió hasta un 8,7% de la población local, según el DANE. Aun así, la devaluación benefició a las divisas extranjeras y por ende, a una mayor llegada de visitantes internacionales. Tal fue su protagonismo que la entrada de divisas por turismo representó un 57% de las exportaciones de servicios en el primer semestre del año.
CHILE Y LAS DISTANCIAS CON SUS RECEPTORES
Chile representa un caso particular para la región. El año pasado, la Subsecretaría de Turismo percibió una llegada de más de 2 millones de turistas internacionales. Sobre la superficie, fue una recuperación sobresaliente: supuso un aumento del 971,5%, pues en 2021, solo se habían registrado 190.022. No obstante, al igual que en otros países de la región, la verdadera meta supone alcanzar los índices pre pandémicos. Y en ese aspecto, Chile quedó aún lejos: las cifras de 2022 solo representaron el 45% de turistas extranjeros que llegaron al país en 2019.
La Subsecretaría mantenía sus expectativas en la llegada de la temporada de verano, donde se esperaba que lleguen un millón y medio de extranjeros, entre argentinos, brasileños y estadounidenses, a disfrutar de las playas del país. Siguiendo esta misma premisa, la Estrategia Nacional de Turismo Descentralizada proyectó que para 2023, se alcanzarían más de 3,6 millones de turistas extranjeros, las mismas cifras que en 2014. No obstante, el gobierno chileno debió moderar su optimismo, luego que la temporada veraniega no tuviese el éxito esperado.
Y para abril, se estimó que la recuperación del sector a sus índices habituales se lograría recién para fines del primer semestre de 2023. Un informe del diario El Mostrador señala que esta ralentización del sector turístico se debe a la inestabilidad política y económica de mercados importantes para Chile, como son Perú, Brasil y Bolivia. Es importante resaltar que estos tres países representan una cuarta parte de las llegadas internacionales al país austral. En cuanto a los viajeros de Europa y Estados Unidos, el menor flujo se retrotrae a un incremento de los costos para viajar a destinos lejanos como Chile. De esta forma, los factores externos parecen ser el principal obstáculo para que el turismo chileno aproveche su potencial en este nuevo periodo.
MÉXICO: ¿DE REGRESO AL TOP 10 MUNDIAL?
Mucho más al norte, México obtuvo resultados más positivos en la primera mitad del año. Los hoteles de la capital mexicana recibieron más de 3,3 millones de turistas; esto supuso un crecimiento de 200.000 visitantes en comparación al mismo periodo de 2019. La Secretaría de Turismo de la Ciudad de México también reveló la evolución en materia de gasto que se produjo durante y después de la pandemia. Si en el primer trimestre de 2021, se recibieron 7.720,3 millones (US$ 441.693), para el mismo periodo en 2022, el gasto se triplicó hasta llegar a 21.257,5 millones de pesos (US$ 1,2 millones). Veronique Desplas, la secretaria turística de la Ciudad de México, confía en que la organización de la famosa feria “Tianguis Turístico” marque el punto final de esta recuperación al captar 15 millones de turistas nacionales e internacionales. Podría significar un alza del 8% con respecto a 2019 y un máximo histórico.
A nivel nacional, el escenario también parece marchar bien: en 2022, México recibió 38,3 millones de turistas internacionales, lo que implicó un 20,3% más que en 2021. Mientras que el ingreso de divisas por visitantes internacionales fue de más de US$ 26 millones, un alza anual de más del 42%. Entre los destinos turísticos más visitados se encuentran aquellos relacionados a las playas como Cancún (83,5% de ocupación hotelera en marzo, según la Secretaría de Turismo) o historia colonial como Aguas Calientes (76%). Por otro lado, alcanzar las cifras prepandemia sería cuestión de tiempo, pues en 2019, México, entonces uno de los 10 países más visitados del mundo, alcanzó la cifra de 45 millones de turistas internacionales. Todo apuntaría a que la incertidumbre del próximo año electoral influiría poco o nada en el desempeño del turismo en el país azteca.
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