La caída de precio del litio redundó en una baja en las ganancias de ambas firmas. Esto, a su vez, hizo caer el precio de las acciones, y no se ve una recuperación en el horizonte. ¿Qué dicen los expertos?
“El mercado no está mejorando. De hecho, es probable que esté empeorando un poco”.
La frase recogida esta semana por Reuters pertenece al director ejecutivo de Albemarle, Kent Masters y refleja la situación por la que está pasando la firma estadounidense, uno de los mayores productores de litio del mundo.
Sucede que el productor de litio más grande del mundo, recortará costos por segunda vez este año, lo que implicaría despidos y venta de activos, para así evitar recortar dividendos después de que la compañía registrara pérdidas en el segundo trimestre.
Albemarle informó una pérdida neta de $188,2 millones, o $1,96 por acción, en comparación con una ganancia neta de $650 millones, o $5,52 por acción, en el mismo trimestre del año anterior.
Eso redundó a su vez que las acciones cayeran un 2,9% a US$ 91 mientras que en el año completo las acciones de Albemarle han perdido un 53,8%, en comparación con una caída del 9,1% de la industria.
Lo que le pase a un gigante del litio afecta al otro.
Así, las acciones de la chilena SQM declinaron a su menor precio en dos años, haciéndose eco de una liquidación de afecto a las bolsas de todo el mundo, y tomando nota de los decepcionantes resultados que su rival Albermarle publicó en la tarde del miércoles
SQM cayó 2,83% a $ 34.784 por acción, al cierre de este jueves en la bolsa de Santiago, su precio más bajo desde enero de 2022, resaltaron medios chilenos.
Todo esto es a causa de la caída de los precios litio, que es la base para construir baterías de vehículos eléctricos. La causa sería un exceso de oferta de litio de China y una moderación en las tasas agresivas de adopción de vehículos eléctricos que ha hecho bajar los precios del metal ultraligero y retrasado las expectativas sobre cuánto tiempo podría llevar la transición energética.
Los precios del litio han seguido cayendo, desde un promedio de US$ 20 por kilo a fines del año pasado hasta un rango de US$ 12 a US$ 15 por kilogramo, dijo Albermarle.
Por ejemplo, hoy una tonelada métrica de metal de litio con grado industrial está en un promedio de US$ 100.000, a precio spot según el portal metal.com, en tanto que la tonelada métrica de litio grado batería alcanza los US$ 108.000
En el caso del Carbonato de litio de grado atería la tonelada métrica tiene un promedio de US$ 11.160.
A pesar de la caída de precios, Albemarle y sus pares han dicho repetidamente que esperan que la demanda de litio aumente a finales de esta década a medida que los vehículos eléctricos se generalicen.
“Utilizamos el término ‘precios más bajos durante más tiempo’ desde una perspectiva de precios, y tenemos que ser capaces de operar durante esa recesión (…) Estudiaremos todo para conseguir una posición más moderada y ágil”, dijo ayer Kent Masters, añadiendo que despidos adicionales y ventas de activos están sobre la mesa.
UN PRECIO BAJO PARA TODO EL AÑO
El mercado del litio ha entrado en un período de estabilidad de “nueva normalidad” en el que los aumentos sostenidos de precios son cosa del pasado, dijeron los analistas de FitchSolutions BMI en una conferencia web hecha este jueves.
La caída de los precios del litio en el último año significa que se espera que los precios se mantengan bajos durante la próxima década, dijo Sabrin Chowdhury, jefe de análisis de materias primas de BMI, desde Singapur.
Esta perspectiva está remodelando el panorama de la industria, presentando oportunidades y desafíos para los principales productores y los desarrolladores junior.
“El problema acá es una sobreoferta: cuando el precio alcanzó los niveles históricos máximos, lo que ocurrió es que se empezaron a descubrir muchos depósitos de litio alrededor del mundo, en condiciones geológicas, pero también competitivas mucho mejores que las de Chile. Entonces hoy Chile, además de Atacama, tiene salares que son de calidad, yo diría, media-baja. Y el resto afuera de Chile son depósitos de muy buena calidad. Eso hace pensar que en el largo plazo el precio del litio debería estar más cercano a los precios de hoy, que a los precios que llegó a estar cuando se diseñó la estrategia del litio”, detalla a AméricaEconomía Juan Ignacio Guzmán, gerente general de GEM Mining Consorting.
Algo con lo que concuerda Domingo Ruiz León, doctor en Química y académico de la Universidad de Santiago de Chile, quien señala que el precio del litio viene evidenciando desde hace algunos años una baja continua en los mercados internacionales, a la fecha ya registra una baja de casi un 80%, lo que evidentemente tiene consecuencias para los países exportadores de este metal, incluido Chile.
“La baja sostenida del precio viene en parte a consecuencia de un freno en la economía China, que a la fecha es el principal consumidor y manufacturador de productos asociados a litio, en particular en todo el ecosistema asociado a la fuente motriz de energía de la ya tan mentada electromovilidad que son las baterías de litio y los automóviles eléctricos” detalla Ruiz.
Por otro lado existe una baja en la demanda a nivel global particularmente por el interés de países no productores que intentan seguir en camino incorporando tecnologías alternativas como son el hidrógeno, aun que sin mucho éxito debido a la menor eficiencia energética de esta tecnología.
Pero concuerda con Guzmán en que existe un aumento en la tasa de producción de carbonato e hidróxido de litio por parte de países como China, Australia, Argentina, que compiten con Chile.
“Todo lo anterior evidentemente ha traído y traerá consecuencias en lo que se refiere a inversión, particularmente para los países productores de litio, aunque sin embargo es importante recalcar que en términos de costo de producción países como Argentina, Bolivia y en particular Chile aun poseen ventajas comparativas dado que su proceso de extracción en salmueras es de menor costo comparado con el proceso de extracción basado en minerales que utilizan países como Australia, que es el mayor productor de litio a nivel global”, precisa.
Obviamente son malas noticias para el país, porque significan mucho menos ingresos, opina Guzman, ya que las empresas hoy están vendiendo entre US$ 12 mil y US$ 15 mil la tonelada de carbonato de litio.
“Pero también tenemos que pensar que este es un commodity y como tal es cíclico, y por lo tanto la verdad es que los precios que estaban en litio dos años atrás eran insostenibles. Eso es algo que creo que también tenemos que pensar, y como país tenemos que aprovechar los altos precios, guardar esa plata, ahorrarla, invertirla, y cuando los precios caen, efectivamente echar mano de los recursos que hayamos ahorrado en el tiempo”, asegura Guzmán, quien es profesor del MBA para la industria minera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile
¿Y EL FUTURO DEL LITIO?
A pesar de la caída de los precios, muchos productores importantes siguen siendo rentables. Esto se debe principalmente a su capacidad para mantener bajos los costos de producción.
En Australia, por ejemplo, el costo de producción de la minería de espodumena es significativamente menor para proyectos como la mina Greenbushes conjunta de Tianqi Lithium e IGO y Pilgangoora de Pilbara Minerals.
Los productores de mayor costo Galaxy Resources, Altura Mining y Nemaska Lithium tuvieron que reducir la producción o quebrar.
Se prevé que la demanda de litio continúe su vigoroso crecimiento, impulsado principalmente por el sector de los vehículos eléctricos (VE). Sin embargo, los avances en las tecnologías de baterías, incluido el auge de las baterías de litio-hierro-fosfato (LFP) y los posibles avances en las baterías de estado sólido, podrían influir en las necesidades, dijeron los analistas.
Se espera que la demanda mundial de litio de los VE aumente alrededor de un 14% en 2024 y 2025. Se espera que el sector de los VE represente la mayor parte de la demanda de litio, y se prevé que las ventas mundiales de VE de pasajeros alcancen los 17,6 millones de unidades en 2024, lo que representa un crecimiento interanual del 21,3%.
Australia y China continental serán los principales impulsores de este crecimiento. Australia, que ya es un productor líder de litio de roca dura, seguirá dominando debido a su sólida cartera de proyectos, dijo BMI. China continental seguirá importando litio para su industria de baterías mientras expande su capacidad de producción nacional y asegura suministros desarrollando proyectos en el extranjero.
También se espera que actores emergentes como Argentina y Zimbabwe contribuyan significativamente al suministro global.
“Es por esto que países como Chile deberían de pensar seriamente en que los procesos de inversión no solo deberían de estar mayoritariamente enfocados en procesos extractivos tal y como lo hemos estado haciendo. Ya hemos visto que de manera muy tibia nos hemos atrevido a incursionar en la cadena de valor agregado, pero hasta que no entendamos que en la cadena de valor agregado esta el verdadero valor y potencial del litio, seguiremos siendo un país que mira desde las tribunas las vaivenes de las economía en torno a este preciado elemento que es el litio”, añade el académico de la Usach.
De regreso al caso de Albemarle, tras los últimos resultados, el consenso de varios analistas de Albemarle es de unos ingresos de US$ 5.550 millones en 2024, lo que reflejaría una preocupante disminución del 26% de los ingresos en comparación con el último año de resultados.
Con todo, se espera que las ganancias mejoren, y se prevé que Albemarle informe una ganancia legal de 2,90 dólares por acción. En el período previo a este informe, los analistas habían estado modelando unos ingresos de 5.750 millones de dólares y unas ganancias por acción (EPS) de 2,90 dólares en 2024. El consenso parece quizás un poco más pesimista, recortando sus previsiones de ingresos tras los últimos resultados, aunque no hubo cambios en sus estimaciones de EPS.
El consenso ha reconfirmado su precio objetivo de 130 dólares, lo que demuestra que los analistas no esperan que las menores expectativas de ingresos el próximo año tengan un impacto material en el valor de mercado de Albemarle.
El dividendo de la compañía, que se ha incrementado anualmente durante 30 años, probablemente no se verá afectado. “Es importante para nuestros accionistas. Por eso nuestro plan es mantenerlo”, afirmó Masters