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Médicos al instante: las healthtech que han revolucionado la telemedicina en Latinoamérica
Viernes, Agosto 16, 2024 - 18:30
Telemedicina Pexels

Tras el fin de la pandemia del COVID-19, estas startups latinoamericanas han expandido su cartera de servicios a especialidades como la salud mental y los exámenes de laboratorio.

En el universo vasto de las startups, el sector healthtech ha cobrado especial protagonismo en la última década. Durante la pandemia del COVID-19, ofrecer soluciones tecnológicas para los problemas que perjudican nuestra calidad de vida se convirtió en un servicio atractivo. Por aquel entonces, reservar citas médicas se volvió una odisea, debido al desborde de la salud pública, los altos costos de los centros médicos privados y el distanciamiento social. 

Así que estas startups emergieron como opciones para acceder a proveedores y servicios de salud desde el hogar, obtener diagnósticos con médicos especializados, así como información sobre variables como la presión arterial y el nivel de glucosa. Con el paso de los años, a medida que la pandemia retrocedía, algunas de estas plataformas decidieron diversificar sus servicios y apostar por otros rubros desatendidos. 

DE SMART DOCTOR A VIVE HEALTH

Fundada en 2019 bajo el nombre de Smart Doctor, la startup peruana VIVE Health es uno de estos casos. Meses antes de que el coronavirus declarara una alerta mundial, su fundador y actual CEO, el médico cirujano Christian Rivera notó que en EsSalud -el servicio de salud pública peruano- muchos pacientes viajaban a Lima desde sus provincias de origen para atender cuestiones urgentes como diagnósticos o exámenes médicos. Sin embargo, no siempre recibían atención de calidad o incluso, se daban con la sorpresa que no habían sido agendados por el sistema. 

Esta situación lo llevó a plantearse cómo aprovechar la tecnología para que los médicos atiendan a distancia. Recurrir a una llamada por WhatsApp era un recurso que solo se aplicaba en amigos y familiares de los doctores, pero no había un servicio especializado para los pacientes en general. 

“Hablé con mis colegas y les dije que no todas las consultas requerían que el médico toque o aborde directamente al paciente. Pero me respondieron que sí o sí debían tratar al paciente, así que emprendí por mi cuenta. Decidí lanzar una plataforma donde yo pudiera chatear o hablar con un paciente por videollamada. Y según esa consulta, el médico determinará si es necesario atenderlo a fondo o no”, declaró Rivera para AméricaEconomía.

Los primeros pasos de Smart Doctor fueron difíciles: algunos médicos creían que la plataforma desvirtuaba la medicina y otros tenían miedo de poner en riesgo sus colegiaturas al usarla. Ante esta situación, Rivera y una colega iniciaron una nueva estrategia: ofrecer el servicio a empresas para atender patologías sencillas de sus empleados. La idea comenzó a despegar lentamente y para cuando llegó la pandemia del COVID-19 al año siguiente, Smart Doctor ya era un actor a tomar en cuenta como aplicación de telemedicina.

Acto seguido, el alza de contagios del coronavirus colapsó los servicios de call center de EsSalud. Día a día, más peruanos fallecían por el virus y se necesitaba un soporte técnico. Así que por intermedio de unos colegas, Rivera logró convencer a Víctor Zamora, entonces ministro de Salud de Perú, para implementar un plan piloto de atención médica en primera instancia, basado en Smart Doctor.

La iniciativa rindió frutos y como prueba, actualmente, más de 500 médicos del sistema de salud privada atienden en VIVE Health y muchos de ellos se afiliaron desde la alianza con el Minsa. “Fue una crisis que nos sirvió para entrar al mercado y convencer a los doctores y pacientes que esto funciona. Aunque siempre hubo interés de los pacientes, el problema eran los médicos”, recuerda Rivera.

Además de la alta demanda de atención, el otro gran reto suponía capacitar un espacio de 50 a 60 doctores por día. Muchos de ellos eran profesionales mayores de 50 años, no muy familiarizados con la tecnología. Hubo varias deserciones, pero finalmente se consolidó un grupo que atendió aproximadamente 185.000 pacientes durante el periodo crítico de la pandemia (2020-2022). En el camino, Smart Doctor experimentó un crecimiento interanual del 300% y formó parte del programa de aceleración de Startup Chile y levantó más de US$ 200.000 en 2021. 

Una vez calmada la tempestad del coronavirus, la startup dio un giro de 180 grados y, tras ser rebautizada como VIVE Health, se enfocó en ofrecer atención a problemas de salud mental. Se utilizó la consigna de que problemas como el estrés y la ansiedad son comunes en la sociedad, pero a veces son ignorados porque son menos visibles que enfermedades de otros sistemas. 

“Aproximadamente solo el 2% del presupuesto del Ministerio de Salud peruano es destinado a la salud mental. Y de este porcentaje un 90% se dirige a los hospitales psiquiátricos. Ahora imagina cuánta gente sufre de ansiedad y no recibe atención. Además, si hablamos de una consulta particular, el precio sube a 150 o 200 soles (entre US$ 40 y US$ 50, aproximadamente) por sesión. Así que era la tormenta perfecta para que intervenga la tecnología”, reflexionó Rivera.

En consecuencia, VIVE Health decidió abrir servicios especializados en una patología mental específica. Hay consultas que atienden desde cuadros de burnout y depresión hasta consejos puntuales sobre problemas de pareja y crianza de hijos. “Lo que quiere VIVE actualmente es ser un hub, esa plataforma en que puedas encontrar todas las soluciones relacionadas a la salud mental. Desde si tuviste un mal día porque te peleaste con tu jefe, hasta un cuadro depresivo que requiere el seguimiento constante de un psicólogo”, explica el CEO de la startup.

Mediante un modelo de negocio que se apoya en sus clientes y fondos de venture capital, VIVE actualmente trabaja con más de 200 empresas en Perú, México y Colombia. En tiempos recientes, la empresa ha decidido implementar inteligencia artificial mediante el uso de machine learning en su buscador. Por ejemplo, si el paciente escribe términos clave como “ansiedad”, “adulto” o “varón”, la plataforma le mostrará los proveedores profesionales que atienden esta patología y cuentan con las mejores recomendaciones.

EXAMEDI, EL UBER DE LA SALUD

“Si tú fueses capaz de conseguir una enfermera que viniera a la casa a tomarme los exámenes, yo acepto”. En 2019, Ian Lee, un joven chileno de 18 años aficionado a la programación, escuchó estas palabras de su padre, alguien que llevaba un estilo de vida poco saludable. Así nació la primera idea de Examedi, una plataforma orientada al envío de exámenes de laboratorio a distancia.

“Pensamos este modelo como un ‘Uber de la salud’, en el cual tratamos de dar acceso a las personas para que puedan hacer de su salud un hábito y que se les facilite el acceso a un examen de laboratorio, que en el 70% de los casos induce a un diagnóstico efectivo para algún tratamiento de salud”, declaró Alberto Albagli, cofundador y CSO de Examedi para AméricaEconomía.

Cuando llegó la pandemia a Chile en 2020, esta necesidad se hizo más evidente: Albagli trabajaba como gerente general en un laboratorio clínico y percibió que los pacientes no podían rendir exámenes médicos, debido a la cuarentena. “Yo pensé que no podía ser que los pacientes fuesen de un punto a otro para tomarse las muestras. Cuando en un laboratorio solo se necesitan los tubos con las muestras de las personas”, dice Albagli.

Por aquella época, Examedi había sido aceptada en Platanus, fondo de inversión especializado en aceleración de startups, lo que invitó a Albagli a colaborar en el proyecto como socio. El concepto implicaba una versión del dark kitchen: así como en estos casos, los restaurantes solo preparan comida para repartir a los clientes, en Examedi, los exámenes se realizan a domicilio y luego son entregados a los laboratorios. 

Debido al contexto, las pruebas de coronavirus también se incluyeron en los servicios a domicilio. Aunque Albagli sostiene que siempre trabajaron bajo la consigna de que la pandemia era temporal. 

“Nosotros utilizamos el servicio de tomas de muestras de PCR COVID como una manera de adquirir pacientes para que en el futuro nos conozcan y entiendan que su salud no solamente se cuida con una prueba de COVID, sino con todos los exámenes de laboratorio en general. Había que derribar las excusas en torno a la salud como que pedir horas en el trabajo para ir a un laboratorio es una pérdida de tiempo”, afirma el vocero de Examedi.

Actualmente, bajo el eslogan “El cuidado integral de tu salud”, la startup chilena ha expandido su cartera a más servicios como evaluaciones de cuidados crónicos, muestras de fluidos corporales o ecografías. Cabe destacar que los exámenes son reembolsables y sus resultados se entregan en la aplicación móvil. Posteriormente, el paciente puede descargarlo y compartirlo con su médico de cabecera.

Por otro lado, se ofrece un servicio de telemedicina orientada a especialidades o casos de urgencia que permite agendar una cita virtual con un médico en ocho minutos. Según Albagli, es una experiencia que trata de emular una consulta presencial, pues los doctores pueden dar diagnósticos previos, donde se recomiendan exámenes y ciertos medicamentos para tratar la posible enfermedad. Días después, se envía un cuestionario que pregunta sobre los resultados y si es necesario cambiar la medicación.

De acuerdo al cofundador de Examedi, la aplicación atiende de 3.500 a 4.000 pacientes al mes bajo la modalidad de telemedicina de urgencia. En cuanto a los exámenes a domicilio, la cifra asciende a un promedio de 7.500 a 8.500 mensuales. Con respecto a este servicio, la compañía trabaja con un laboratorio de referencia que cumple con los lineamientos del Ministerio de Salud de Chile.

“Acordamos con ellos un precio de procesamiento de exámenes, luego ponemos a disposición del público todo el pool de exámenes a tomar en domicilio y después los llevamos al laboratorio. Ellos tienen que validar que las muestras lleguen en condiciones aceptables”, explica Albagli. 

Por otra parte, en la misma línea que VIVE Health, Examedi ha incursionado en la IA con el lanzamiento de Doctor IA, una herramienta que ayuda en la interpretación de los datos numéricos de los exámenes de sangre. Aunque aún requiere de un médico para llevar a cabo un diagnóstico preciso.

NUEVO MÉTODO: UNA NAVAJA SUIZA DE LA TELEMEDICINA

Al igual que sus homólogas, la startup mexicana Nuevo Método (Nume) inició con un propósito y supo diversificar sus servicios para abrirse paso en el mercado de la telemedicina. Es una creación de la Dra. Ingrid Briggiler, ginecóloga argentina, que originalmente ideó la plataforma para atender la salud sexual reproductiva. 

La raíz de esta idea se remonta a inicios de la década del 2010, cuando Briggiler decidió expandir su pasión por los negocios estudiando un MBA en la Universidad de San Andrés (Argentina). “Mientras realizaba el programa de estudios, fundé Nuevo Método como una empresa que potencia el bienestar de las personas en tres grandes pilares: mente sana, cuerpo sano y vida sana. Matías Corral, un compañero del MBA fue mi socio para arrancar la compañía”, declaró Briggiler para AméricaEconomía.

Posteriormente, los fundadores de Nume decidieron mudarse a México al notar el potencial de este mercado en el desarrollo de la medicina a distancia. Para sacar adelante el proyecto, Briggiler acudió a varios concursos de emprendedores para conocer la mayor cantidad posible de inversores. 

Desde entonces, ha tenido un éxito significativo a tal punto que actualmente, se proyecta a generar ganancias de hasta US$ 1.500 millones. Asimismo, en 2023, Nume se impuso en un concurso organizado por la farmacéutica Bayer en el que se presentaron más de 900 postulaciones de empresas de alto impacto ambiental, de salud o género. La clave del éxito es esta metodología:

“Lo que hacemos en Nume es contar con una red de médicos propia que trabaja con nosotros y a los cuales le damos mucha demanda de pacientes. Imagínate un médico que quizás tiene tiempo ocioso o abrió un consultorio y tiene días en los que no va nadie. Como cualquier nuevo negocio o trabajo, ellos necesitan atender más personas y nosotros en Nume les damos lo que llamo “lluvia de llamadas de pacientes”, explica Briggiler. 

Este modelo le permite a los médicos atender en diversos países, ofrecer los mismos medicamentos y garantizar confianzas para las aseguradoras en el proceso, debido a la alianza de Nume con empresas como Walmart, AT&T y la compañía de seguros Zurich en México. 

“La alianza con grandes empresas que operan en Latinoamérica es un proceso muy complejo. Tenemos que pasar procesos de seguridad informática, de alta de proveedor, de firma de NDAs. Porque nosotros no abordamos al cliente final, sino a las empresas, a las aseguradoras que son nuestros clientes”, sostiene la fundadora de la startup. Bajo esta consigna, mientras más grande sea el cliente, más compleja es su implementación, aunque el esfuerzo da frutos, pues genera mayor confianza en nuevas aseguradoras interesadas en la plataforma.

Actualmente, Nume proyecta el eslogan “Potencia tu bienestar”, una frase que ha llevado a la startup a ofrecer servicios orientados a promover hábitos saludables entre sus clientes como dormir o comer mejor, además de perder el miedo a un diagnóstico o una consulta psicológica. “Nosotros no solo brindamos atención a la persona que está enferma, sino también darles herramientas a las personas que están sanas o que buscan un camino de bienestar”, dice Briggiler. Como muestra, Nume ofrece servicios de meditación y mindfulness, así como clases de educación financiera y desarrollo profesional. 

Aunque es importante destacar que la expansión de la startup al mercado mexicano no ha sido sencilla. Briggiler explica que un primer reto fue entender el sistema de salud. Por ejemplo, si en Argentina, los pacientes asisten en promedio siete veces anuales al médico, este número se reducía a cuatro en el país azteca. 

“Eso te habla sobre conductas culturales y sociales, de cómo una población cuando identifica un primer síntoma va y acude al médico, pero otros deciden preguntarle a un familiar. Allí uno se pregunta, ¿qué puede hacer para resolver el problema?”, cuestiona la médica. Es en este punto donde la telemedicina con sus menores costos puede surgir como una alternativa viable.

Autores

Sergio Herrera Deza