Los tres países organizarían a principios de 2023 un foro sobre semiconductores para aumentar la inversión en la estratégica industria de alta tecnología. Esto significaría coordinar el mapeo de la cadena de suministro de semiconductores para identificar las necesidades y oportunidades de inversión en la fabricación de chips que se utilizan en todo, desde las telecomunicaciones, a la fabricación de automóviles y defensa.
Canadá, Estados Unidos y México tomarán medidas para fortalecer la industria norteamericana de semiconductores, dijo el martes la Casa Blanca, mientras los tres países tratan de solucionar una disputa sobre las políticas energéticas del país latinoamericano que han enfurecido a inversionistas.
En un comunicado previo a una cumbre de líderes norteamericanos en Ciudad de México, la Casa Blanca dijo que los tres países organizarían a principios de 2023 un foro sobre semiconductores para aumentar la inversión en la estratégica industria de alta tecnología.
Esto, según la declaración, significaría coordinar el mapeo de la cadena de suministro de semiconductores para identificar las necesidades y oportunidades de inversión en la fabricación de chips que se utilizan en todo, desde las telecomunicaciones, a la fabricación de automóviles y defensa.
Los tres gobiernos también aumentarían la cooperación para erradicar el contrabando de drogas y mejorar las vías legales para los migrantes, agregó la Casa Blanca, mientras el presidente estadounidense, Joe Biden, el mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se preparaban para las conversaciones.
La industria de los semiconductores ha estado dominada durante mucho tiempo por Asia, y las interrupciones durante la pandemia del COVID-19 causaron estragos en las cadenas de suministro norteamericanas.
Las esperanzas de México de beneficiarse del impulso a la producción de semiconductores se han visto socavadas por la disputa energética, ya que Washington y Ottawa iniciaron en julio un procedimiento formal de solución de diferencias contra las políticas de México.
La disputa, que se centra en los esfuerzos de México por dar prioridad a sus endeudadas empresas energéticas, a expensas de inversores privados, está siendo observada en la cumbre.
El lunes, Canadá volvió a plantear la cuestión.
Sin embargo, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, sugirió que no ocuparía un lugar destacado en las conversaciones del martes, señalando que se estaba llevando a cabo un proceso de resolución y que los tres líderes no querían convertir la cumbre en un panel de disputas.
"No sería el objetivo, porque ya hay un proceso en curso, si no lo hubiese, pues a lo mejor sería uno de los temas de la cumbre, pero no lo es en este momento o no lo veo como tema central", agregó en una entrevista radial, al agregar que era probable que Trudeau planteara la cuestión en conversaciones separadas con López Obrador, el miércoles.
MIGRACIÓN Y ENERGÍA
El gobierno de Biden ha centrado gran parte de su atención con México en contener los cruces ilegales en la frontera sur de Estados Unidos, y analistas políticos sostienen que Washington es a menudo reacio a dejar que otros temas compliquen las negociaciones sobre migración.
El lunes, la ministra canadiense de Comercio Internacional, Mary Ng, expresó su preocupación por las políticas energéticas de México y sus posibles efectos en las inversiones de empresas de su país en una reunión con la secretaria mexicana de Economía, Raquel Buenrostro.
Ng dijo que era importante encontrar una "solución mutuamente aceptable" a la disputa, y también señaló su preocupación por el trato que reciben las empresas mineras canadienses en México.
Los tres líderes harán declaraciones públicas tras sus conversaciones en Ciudad de México.
Biden y Trudeau se reunieron antes el martes. En declaraciones públicas al comenzar, Biden explicó que hablarían del impulso a las energías renovables. "Debemos ser la potencia mundial en energías limpias", dijo a Trudeau. También hizo hincapié en "reforzar nuestras cadenas de suministro para que nadie pueda retrasarnos arbitrariamente".
Biden y López Obrador se reunieron el lunes y discutieron el fortalecimiento de los lazos económicos, la lucha contra el narcotráfico y los enfoques para frenar la migración ilegal, según la Casa Blanca.
En el marco del Diálogo de América del Norte sobre Política de Drogas (NADD, por su sigla en inglés), los tres países adoptarán un "marco estratégico actualizado" para hacer frente a las amenazas que plantean los narcóticos prohibidos, añadió la Casa Blanca.
Esto incluiría un mayor intercambio de información sobre los productos químicos utilizados para fabricar drogas, incluido el fentanilo, un opioide sintético al que se atribuyen miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Según la Casa Blanca, los tres países también se han comprometido a reducir las emisiones de metano procedentes de residuos sólidos y aguas residuales en al menos un 15% para 2030 con respecto a los niveles de 2020.
También crearán una plataforma virtual para facilitar a los inmigrantes el acceso a vías legales para llegar a México, Estados Unidos y Canadá y reducir la probabilidad de que recurran a traficantes de personas.