Luiz Inácio Lula da Silva
"Viajamos a Brasilia para una ronda de negociaciones cara a cara del 4 al 6 de septiembre", dijo un diplomático europeo. "El calendario de finalización para finales de año es realista", afirmó.
La decisión respondió a pedidos del sector, que llegaron al Gobierno en un contexto de excedente de producción siderúrgica mundial.
La agenda del presidente Lula en Colombia comienza la mañana del miércoles, cuando se reunirá con el presidente Petro en la Casa de Nariño. Tras el encuentro, se producirá la firma de actos bilaterales.
El director general brasileño de la hidroeléctrica binacional, Enio Verri, había dicho en una audiencia pública del Senado que Paraguay “quería negociar al alza el valor del Cuse (Costo del Servicio de Electricidad) queriendo volver a los niveles anteriores”.
Con un PIB de 2,13 billones de dólares, el gigante sudamericano logró reingresar al top 10 de los mayores países con más Producto Interno Bruto, del cuál salió en 2020 durante el segundo año del gobierno del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
La medida se aplica a todas aquellas personas que hayan llegado a Estados Unidos antes del 31 de julio, lo que actualmente abarca a más de 242.000 venezolanos.
El presidente de Brasil advirtió a su par estadounidense sobre los riesgos del ascenso de "sectores extremistas" en Argentina, en alusión a La Libertad Avanza.
"Es un acuerdo de compañeros, de socios estratégicos. Entonces, ningún socio estratégico pone una espada en la cabeza del otro. Sentémonos, arreglemos nuestras diferencias y veamos qué es bueno para los europeos, para los latinoamericanos, para el Mercosur y para Brasil", enfatizó el primer mandatario explicando las razones de su oposición a las peticiones europeas.
Se trata del Ferrocarril de Integración Oeste-Este (FIOL, siglas en portugués), cuya parte inicial cuenta con 126 kilómetros y forma parte de una de los cuatro lotes de la primera fase de FIOL (FIOL I).
Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, visita a Lula de Silva porque los Gobiernos europeos consideran que las salvaguardias medioambientales del acuerdo entre el Mercosur no son suficientes.
