Invertir en acciones de compañías altamente innovadoras puede resultar enormemente rentable a largo plazo. Sin embargo, no resulta sencillo evaluar una empresa y su capacidad de innovación en el tiempo. Algunos criterios básicos para analizar esta variable tan importante.
Indicadores para medir la innovación
Dado que la innovación es un factor crucial en el mundo de los negocios y las inversiones, la mayoría de las compañías monitorean hoy en día algunos indicadores clave en ese sentido. Uno de los indicadores más tradicionales es el de gasto en investigación y desarrollo sobre ventas, el cual indica qué porcentaje de la facturación anual la empresa asigna a este rubro.
Alternativamente, la cantidad de patentes registradas en el último año es un indicador bastante utilizado en negocios de desarrollo farmacéutico y biotecnología. Muchas firmas en estos sectores suelen desglosar también la cantidad de proyectos de innovación en curso, y en qué etapa se encuentran los mismos en términos de una potencial aprobación regulatoria y salida al mercado.
Una métrica bastante utilizada en el sector de consumo es el porcentaje de las ventas que provienen de productos lanzados en los últimos tres o cinco años. El dato es bastante interesante, aunque es importante prestar atención a que los productos sean verdaderamente innovadores, y no versiones levemente modificadas de productos existentes con anterioridad.
Lo cual es muy importante, una mirada demasiado obtusa al respecto de estos indicadores de innovación puede resultar problemática. Muchas veces los ejecutivos corporativos pueden cometer el error de enfocarse demasiado sobre estos indicadores, perdiendo de vista el fondo de la cuestión en lo que respecta a innovación exitosa.
De poco sirve invertir mucho dinero en investigación y desarrollo o registrar una gran cantidad de patentes cuando esto no se ve reflejado en innovaciones efectivas que puedan tener un impacto financiero o estratégico en la marcha del negocio. Teniendo esto en cuenta, las métricas de innovación son importantes siempre y cuando reflejen adecuadamente un esfuerzo real y enfocado a los resultados concretos en materia de innovación.
Cuando los ejecutivos inflan artificialmente estas estadísticas para maquillar la falta de innovación, el impacto es doblemente perjudicial para la compañía. En este caso, la empresa carece de innovación exitosa, con todo lo que esto implica. Además, la firma asigna recursos en forma improductiva, lo cual tiene un impacto negativo sobre variables como costos, rentabilidad y eficiencia.
Más allá de los números
Es importante conocer la política de innovación de la compañía para poder evaluar los números en el contexto indicado. Algunas empresas suelen tener una política amplia de investigación y desarrollo, es decir, invierten en una gran cantidad de proyectos nuevos para luego, con el paso del tiempo, determinar cuáles de ellos tienen viabilidad económica o no.
Por otro lado, algunas empresas suelen trabajar con mayor foco en este sentido. Esto significa que desarrollan unos pocos proyectos de innovación y los analizan con mayor profundidad, concentrando los esfuerzos en unas selectas áreas clave y siendo más pacientes con los desarrollos puntuales en cuanto a generación de resultados.
Un punto muy importante es que la innovación tiene que ver con la capacidad de la firma para tomar riesgos y apostar al crecimiento de largo plazo por sobre los beneficios de corto plazo. Muchas veces estas cuestiones van más allá de los indicadores como gasto en investigación y desarrollo o patentes obtenidas.
Amazon (AMZN) es una de las compañías más innovadoras y disruptivas que existen en el mercado actualmente, y esto se debe principalmente a la visión de su fundador y CEO, Jeff Bezos.
El camino que llevó a esta empresa a convertirse en un gigante con una capitalización bursátil de más de 476.000 millones de dólares ha sido obviamente muy rentable para los inversionistas a largo plazo, aunque también bastante sinuoso y volátil. A lo largo de los años, la firma debió tomar decisiones difíciles y riesgosas.
En su primer etapa de éxito masivo, Amazon logró posicionarse como el líder de mercado en el negocio de libros en papel, no solo en unidades nuevas sino también en libros usados. A medida que crecía el mercado de eBooks, esto representó una amenaza para el negocio de la compañía basado en el formato de papel.
Sin embargo, el management de la firma no dudó nunca en abrazar el cambio y lanzarse con fuerza al mercado de libros digitales. No solo Amazon se convirtió en el jugador líder en ese mercado: la compañía promovió además el crecimiento de la industria desarrollando Kindle, el principal dispositivo de bajo costo para lectura de libros digitales.
Steve Kessel, ejecutivo de Amazon, cuenta que Jeff Bezos - fundador y CEO de la empresa - ingresó un día en su oficina con una orden bien directa: “Quiero que procedas como si tu meta fuera dejar sin trabajo a todos los que venden libros físicos”. Por supuesto que Kessel se sintió inicialmente contrariado por la indicación, ya que Amazon era entonces uno de los principales jugadores en el negocio de libros físicos.
Queda claro entonces que la capacidad de innovación de una compañía va más allá de los indicadores tradicionales, ya que la visión de largo plazo y la capacidad para asumir riesgos son variables que tienen un impacto mayúsculo en este sentido.
*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.