La necesidad de hacer un frente común pesará más que los desacuerdos en temas como los transgénicos, dijo el exsecretario de Economía y actual asesor de la candidata a la presidencia mexicana, Xóchitl Gálvez.

La revisión del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) en el 2026 se centrará en ajustes orientados a posicionar la región de América del Norte frente a China, afirmó Ildefonso Guajardo, exministro de economía y responsable de la mayor parte de la negociación del acuerdo desde el lado mexicano.

“El problema real de fondo para la revisión del 26 no es ni reglas de origen, ni transgénicos. El problema para el 26 se llama China”, dijo el economista durante su participación en un evento organizado por la Americas Society/Council of the Americas.

Estados Unidos sostiene una guerra comercial con China desde el 2018, año en el que el gobierno del presidente Donald Trump decretara los primeros aranceles a la importación de una amplia variedad de productos del país asiático, con la idea de reducir un creciente déficit comercial.

Más recientemente, la administración del presidente Biden ha expresado su negativa a la incursión de una gama de productos chinos al mercado estadounidense, como vehículos eléctricos o productos tecnológicos, al alegar riesgos a la seguridad nacional.

Ante ello, Ildefonso Guajardo, enfatizó que China es un socio comercial de México, pero en el fondo, es un competidor, por lo que el país debe privilegiar su integración con Estados Unidos.

El exsecretario de Economía, quien hoy funge como coordinador de temas internacionales de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, alertó sobre la necesidad de que México mantenga una coordinación con Washington para atender temas que son de interés para la seguridad de la región.

Y ejemplificó con la licitación que se hizo en este sexenio para la compra de sistemas de rayos X para el sistema de movimiento de mercancías en las aduanas.

Relató que el actual gobierno estuvo a punto de otorgar el contrato a una empresa china, lo cual no sucedió, finalmente, porque no fue bien visto por el gobierno estadounidense.

“Ya iban a contratar a los chinos y Washington dijo ‘¿a donde van? ¿creen que voy a aceptar en el límite de mi frontera aparatos que pueden tener capacidad des de transmisión de información?’. ¡Bajo ninguna circunstancia!”, comentó.

El posicionamiento frente al tema chino, dijo, ya lo debe tener claro el gobierno mexicano, pues recordó que apenas en diciembre pasado la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, lo trató en su reunión con funcionarios de la Secretaría de Hacienda, en México.

Ahí, dijo, se comenzaron a “plantear los términos de un acuerdo de discriminación de inversiones (chinas)”.