Tras un 2018 sacudido por los ciberataques, la banca en América se prepara para la discusión de temas como la inclusión de criptomonedas en la región y levantar mayores medidas para perseguir el lavado de dinero. Tras el anuncio de nuevas sanciones económicas por parte del gobierno de EE.UU. contra Venezuela, la banca de Latinoamérica es testigo de la debacle final de su par venezolana. De esto y más conversó AméricaEconomía con el presidente y CEO de la Asociación Internacional de Bancos de Florida (FIBA).
-¿Cómo perfilan a la región en materia económica? ¿Están optimistas desde la banca?
-La veo bien, pero como siempre depende de los países. Recién estuve en Panamá, en una conferencia donde tuve el placer de ser el moderador de un panel sobre el riesgo crediticio en la región y estaban conmigo los directores de Latinoamericanos de Moody's, Fitch, Standard and Poor's. Ellos hablaron del crecimiento económico y nombraron países como Chile, Panamá, Perú o Colombia, que pueden tener un crecimiento de un 3% o quizás hasta un poco más. También hablaron del hecho de que la inflación hoy no es un gran desafío, pero sí de que ciertos países siguen apareciendo con déficit fiscales y como siempre rodeados de riesgos políticos. Pero pese a todo, yo creo que la región en general va a estar bien.
-¿Qué rol, entonces, está jugando la banca para potenciar las economías de la región?
-Bueno, obviamente la banca es el intermediario más importante en términos de financiamiento de comercio exterior. Queremos fomentar las exportaciones e importaciones en la región y ahí se necesita a la banca para facilitarlas, ya que los que están exportando siempre necesitan un financiamiento para preparar la cosecha o comenzar una nueva elaboración de producto en la fábrica. Entonces, la banca juega un rol trascendental en apoyar a las economías emergentes, especialmente en América latina, donde la mayoría de sus capitales son de desarrollo.
-Uno de los temas más importantes que tienen en FIBA, y que es de tensión con la banca latinoamericana, son las medidas contra el lavado de dinero. ¿Cuáles son los nuevos acuerdos y qué deben mejorar?
-Hay dos cosas: primero, la transparencia, porque realmente más transparencia facilita el trabajo de la banca para detectar movimientos ilícitos, que tengan su origen en operaciones fuera de la ley. En ese punto aún falta trabajo en la banca latinoamericana. Transparencia también en el intercambio de información; ese es un gran desafío.
-¿Qué países son los que más han mejorado en transparencia bancaria?
-Yo creo que México y Argentina son países que han mejorado mucho en este aspecto, mejorando sus leyes internas. Y en ciertas circunstancias han permitido compartir información entre bancos, aunque en la mayoría de los países, incluyendo los Estados Unidos, por temas de privacidad no está permitido. Por eso la transparencia es un enfoque muy importante.
Por otro lado, hay muchos países de la región que han implementado normas y han actualizado sus regulaciones y leyes en términos de anti lavado, y el combate al financiamiento del terrorismo. Lo que todavía falta un poco es ver la implementación efectiva de esas normas.
-¿Cómo están trabajando la construcción de una regulación de monedas virtuales en Latinoamérica?
-Acá, en los Estados Unidos aún no hay una definición muy clara de exactamente qué es una moneda virtual, en cuanto a si es una inversión, si es un activo o una moneda. La mayoría de los expertos en la banca dicen que no es un moneda, porque no tiene respaldo de ningún gobierno o Estado, lo que complica el tema de su regulación. Por ejemplo, acá en EE.UU. las criptomonedas están reguladas como remesadoras en el sentido de que tienen que registrarse con el regulador del Estado donde operan y deben seguir todas las normas y regulaciones, incluyendo tener un oficial de cumplimiento y un programa de anti lavado, como tienen las remesadoras.
Por otro lado, existen países que consideran a estas criptomonedas como monedas, y donde están reguladas sus transacciones de cambio. Pero es complicado su definición por la falta todavía de transparencia. Es cierto que lo que tenemos son operadores de cambio en el sector de criptomendas, pero hay muchos que no lo son, entonces, surge de nuevo el tema de la transparencia, ya que es la única forma para poder detectar operaciones ilícitas.
-¿Cómo afecta la introducción de criptomonedas a la banca de Latinoamérica?
-Hay una preocupación por el tema de la transparencia. Tanto en la región, como Estados Unidos, y existe una renuencia a realizar operaciones. Hoy son pocos los que están realmente dispuestos a involucrarse con transacciones con criptomonedas.
SANCIONADOS Y RELACIONADOS
-Se han sucedido las sanciones por parte del gobierno de los Estados Unidos contra el de Venezuela. ¿Qué escenario cree que se construye para la banca de ese país?
-Primero, hay que destacar que esas sanciones forman parte de la política de los Estados Unidos, que tienen por objetivo ver un cambio en el país en términos políticos. Entonces, la banca solo está sobreviviendo, cada día se les hace más difícil su vida porque, cada transacción que sale de Venezuela, sale acompañada de una alerta, por el tema de las sanciones. Los bancos en EE.UU. deben proceder con mucha cautela, porque no quieren fallar en materia de cumplir al pie de la letra con las sanciones impuestas. El no hacerlo trae consecuencias.
-¿Qué consecuencias directas le trae eso a Venezuela?
-Le afecta de forma directa cualquier tipo de comercio entre ambos países (Venezuela-EE.UU). La gente de Venezuela está buscando cualquier manera de sacar su dinero del país y no es fácil, porque si hablamos en dólares, dicha moneda se trata acá en los EE.UU., entonces, eso implica que cualquier transacción tiene que pasar por un banco estadounidense. Hoy todos los bancos se complican cuando ven una operación con Venezuela, porque saben bien que hay sanciones y las sanciones son bastantes complejas, ya que no solamente se trata de las personas o empresas nombradas en la lista de sanciones, sino también de empresas o particulares relacionados con esos sancionados. Es fácil saber los nombres de los sancionados, pero cuando es alguien relacionado, esa tarea se vuelve más compleja. Hoy no existe una lista de las personas o empresas relacionadas a los sancionados, y esa es la mayor complicación que está afectando a las transacciones.
-¿Ha sido un tema el posible lavado de dinero proveniente de Venezuela, a través de inversiones hechas en EE.UU.?
-Las inversiones hasta el momento no están sancionadas, pero eso nos lleva al tema más de fondo: de dónde provino el dinero venezolano, con el cual hicieron esas inversiones. Hemos visto últimamente que gente con fondos corruptos de Pdvsa sacaron dinero y lo invirtieron en EE.UU., y no es la inversión la que está sancionada, sino el uso de esos fondos ilícitos.
-¿Qué consecuencias tuvieron esas inversiones con fondos no claros?
-La confiscación de bienes raíces, es decir, de las inversiones inmobiliarias. La sanción no fue a la inversión misma, sino al uso de fondos ilícitos.
-Ustedes como FIBA van a tener que seguir relacionándose con la banca venezolana y a su vez entendiéndose con el gobierno. Pero ¿con cuál gobierno se entenderán? ¿Con el de Nicolás Maduro o con el de Juan Guaidó?
-Es una situación muy rara. Ahora, nosotros en este momento no tratamos con ninguno de los dos. Siempre nuestra intención es tratar con los bancos y te comento que dentro de FIBA hemos creado un grupo de trabajo para estudiar el tema de las sanciones y con ello ayudar a la banca con mejores prácticas para mejorar esa situación.
-El tener dos gobiernos, en un mismo país, ¿puede provocar incertidumbre en la ya disminuida banca venezolana?
-Sí, claro, puede afectar mucho. Ahora, de nuestro lado, el hecho de que existan dos gobiernos no es tan complicado, porque tenemos las sanciones como guía y también la política de cómo nos instruye (el gobierno de EE.UU.) en cómo y con quién se puede tratar.
La situación venezolana esta cada día más complicada y la banca jugará un rol importantísimo en la recuperación financiera, de eso estoy seguro.