En concreto, esta estrategia busca hacer frente a las más de 34.300 demandas que se presentaron durante 2023 como consecuencia del cese de operaciones de ambas compañías low cost.
Con este proceso se espera que los acreedores y la empresa puedan definir nuevas condiciones para la normalización de sus pasivos, en los que se garantice un espacio para la recuperación operativa, financiera, y organizacional de la empresa en estado de crisis económica.
Una integración en suspenso y el cese de operaciones de Viva Air y Ultra Air dan cuenta del mal momento que atraviesan las aerolíneas cafetaleras que por diversos factores económicos se han visto imposibilitadas de volar.
La aerolínea de bajo costo afronta dificultades financieras por el incremento de los costos de combustibles, la tasa de cambio y la inflación, que recientemente llevaron a la también aerolínea de bajo costo Viva Air a suspender operaciones.
La low cost tomó esta determinación para reorganizar su operación y luego de que JetSmart desistiera de su intención de comprar la compañía. La Aerocivil ya tomó medidas para atender la contingencia generada por las afectaciones en vuelos de Ultra, debido a falla técnica.
La Superintendencia de Transporte le pidió a la aerolínea que los mantenga informados de cómo evoluciona su operación y la atención a los pasajeros, para evitar otro episodio como el de Viva Air.
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